Cuando se trata de política, las soluciones nunca son perfectas. Es una suerte de “es lo que hay” anabolizado con makeup de encuestas, redes, think tanks, y si escasean los escrúpulos, fábricas de fake news. Decidir cuándo y cómo se votará en Mendoza este año es “política” químicamente pura, y esa definición le pertenece a Alfredo Cornejo.

Lo primero es establecer algunas formalidades. Ya sabemos que el 26 de octubre se vota por legisladores nacionales para renovar la mitad de la Cámara de Diputados de la Nación y un tercio del Senado. Mendoza recambia cinco de sus diez bancas de la Cámara Baja y ninguna en la superior. Se van los radicales Julio Cobos y Pamela Verasay, los peronistas Adolfo Bermejo y Liliana Paponet, y el PRO-libertario Álvaro Martínez. Es probable que tres de estos cinco peleen la reelección.

Nuevos Diputados
Julio Cobos, Pamela Verasay, Álvaro Martínez, Adolfo Bermejo y Liliana Paponet. A los cinco se les vencen sus mandatos en la Cámara de Diputados de la Nación.

Julio Cobos, Pamela Verasay, Álvaro Martínez, Adolfo Bermejo y Liliana Paponet. A los cinco se les vencen sus mandatos en la Cámara de Diputados de la Nación.

Además, hay que renovar la mitad de la Legislatura provincial en ambas cámaras, y la mitad de cada uno de los dieciocho concejos deliberantes de la provincia. Según la ley electoral vigente en Mendoza, esas elecciones locales deben hacerse en febrero y abril del año próximo, ya que son legisladores que asumen el 1 de mayo. Pero el gobernador tiene la facultad de unificar todos los comicios y simplificarnos la vida a todos. En cualquier caso, los municipios pueden desdoblarse, algo que se descuenta ocurrirá con los que gobiernan intendentes del peronismo, o lo que queda de La Unión Mendocina.

Este año no habrá elecciones PASO nacionales y cada frente o partido debe arreglárselas para seleccionar a sus candidatos. Esto último tampoco resultará sencillo. No hay tiempo para elecciones internas. La semana pasada, la Cámara Nacional Electoral emitió una acordada fuera de lo común. Básicamente, lo que dice es que cada quien se las arregle del modo más democrático, legal, constitucional y justo posible para seleccionar candidatos, porque ni siquiera hay tiempo de apelaciones ante cualquier reclamo interno.

Lo que hicieron los jueces del máximo tribunal electoral del país fue abrir el paraguas ante jueces, tribunales federales y partidos políticos, ante un posible proceso interno muy desprolijo en frentes y partidos. Este es el documento completo:

acordada camara federal electoral.pdf

La acordada de la cámara reduce en la práctica las posibilidades de un acuerdo amplio y satisfactorio para todas las partes entre La Libertad Avanza y Cambia Mendoza, tanto como para armar unos comicios internos en ese hipotético frente. Tampoco es sencillo acomodar unas internas para el peronismo local que viene de salir tercero lejos en las elecciones de 2023: empiezan a escucharse reclamos públicos desde La Cámpora y el camino a la famosa unidad está sembrado de cáscaras de bananas.

El primer dilema de Alfredo Cornejo

Como sea, el principal dilema que tiene Alfredo Cornejo hoy es acordar o no con La Libertad Avanza. Bajo ese paraguas hay más preguntas: con quién acordar. Y por qué. Como cuando Raúl Alfonsín preguntaba “¿por qué marchamos?” y rezaba el rezo laico del imaginario radical.

Hablar con libertarios es una materia en sí misma. No es lo mismo hacerlo con Facundo Correa Llano, que con las variadas tribus libertarias que existen en Mendoza. Algunos, liberto-anarquistas extremos al borde del delirio, patrullas digitales muy violentas; que poco tienen que ver con postulados de la UCR, nave principal de la alianza gobernante en la provincia.

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El diputado nacional Facundo Correa Llano, junto al presidente Javier Milei.

El diputado nacional Facundo Correa Llano, junto al presidente Javier Milei.

Aunque existen contraindicaciones, hay una razón principal para plasmar un acuerdo. Cambia Mendoza y La Libertad Avanza, con matices y algunas diferencias, comparten unas cuantas líneas generales, ciertos postulados sobre la economía, la prolijidad fiscal, la necesidad de superávit, la eficiencia impositiva, entre otros puntos.

Pero esos caminos paralelos no se tocan. Al final del día, los radicales son republicanos que creen en el Estado, la solidaridad institucionalizada como herramienta de gestión, y la educación pública. Y los libertarios, no. Sí hay un electorado compartido. Es muy probable que muchos de los que votaron por Javier Milei en 2023, lo hayan hecho también por Alfredo Cornejo, y luego por su intendente local. Maipú y San Rafael son ejemplos de ello: sus votantes optaron por Javier Milei, Alfredo Cornejo y los peronistas Matías Stevanato u Omar Félix según el caso. Elecciones y fechas diferentes. “La gente sabe diferenciar cada elección” decían entonces los dirigentes de Cambia Mendoza. Los resultados les dieron la razón.

Luego, hay una buena razón para no acordar, que tiene que ver más con la desconfianza política, que con razones ideológicas o dogmáticas. “No sabés con quién hablar, o si van a respetar los acuerdos” dicen algunos dirigentes oficialistas respecto de LLA.

Argumentos de letra chica

Hay algunos “pros” y “contras” más sutiles. Para unificar las elecciones en octubre de este año, suspender las PASO provinciales que aún rigen por ley, y que cada partido o frente elija a sus candidatos como les venga en gana -en realidad es como indiquen cartas orgánicas, estatutos, y reglamentos de los frentes-, Cornejo necesita de un buen acuerdo político con La Libertad Avanza.

¿Y esto qué sería? Una alianza en donde la lista de diputados nacionales sea equilibrada, con un “uno” ampliamente aceptado (o aceptada) por todos, y listas provinciales y municipales superpobladas por Cambia Mendoza, y puestos “entrables” a suerte o verdad para La Libertad Avanza. Algo parecido a lo que se terminó acordando con el PRO por entonces “amigable” de Omar De Marchi en elecciones anteriores al crack interno y la división de 2023.

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Alfredo Cornejo en un acto de entrega de viviendas.

Alfredo Cornejo en un acto de entrega de viviendas.

El gobernador no va a dejar que sus potenciales aliados “colonicen” las listas del oficialismo. Prefiere arriesgar unas elecciones lejanas en abril del año que viene, si es que ya piensa en los riesgos de un fin del ciclo exitoso que empezó en 2013, dos años antes de su llegada a la primera gobernación. La renovación legislativa de 2013 cuando era gobernador Paco Pérez, marcó el declive del peronismo gobernante. Desde entonces el oficialismo de Cambia Mendoza -antes sólo UCR y algunos aliados- no volvió a perder una elección “por los puntos” de verdad.

Razones en contra

En realidad, en el oficialismo habría más razones concretas para evitar un acuerdo libertario-Cambia Mendoza, que para favorecerlo. La primera razón es de “marca”. El presidente Javier Milei es muy potente como escudería política unipersonal, pero no transfiere votos a sus candidatos.

Tuvimos la primera prueba el 13 de este mes en Santa Fe. El candidato libertario a constituyente Nicolás Mayoraz quedó tercero lejos a 20 puntos del gobernador Maxi Pullaro. Restan como elecciones piloto antes de que el cronograma empiece a apretar, los comicios de Salta, Jujuy, Chaco, San Luis y el centralísimo distrito de CABA, el 18 de mayo. Este domingo se vota en nueve municipios rionegrinos. Misiones vota el 4 de junio y Santa Fe otra vez el 29 de junio.

En el siguiente mapa, se puede ver el detalle de qué se vota y cuándo en cada uno de los distritos que adelantaron sus elecciones:

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De todos los casos citados, sólo hubo acuerdo libertario con un gobernador radical o del PRO en Chaco, lo que le valió recriminaciones “internas” de los gobernadores de la oposición dialoguista al chaqueño Leandro Zdero. En la CABA es tan compleja la situación electoral, que las encuestas favorecen al diputado kirchnerista Leandro Santoro con cerca del 25 % de las preferencias. El oficialismo del PRO está partido, con Horacio Rodríguez Larreta enfrentado a los Macri. La oferta libertaria está dividida en dos, entre Manuel Adorni y Ramiro Marra. Lo del radicalismo es penoso. El presidente del partido Martín Lousteau presentó como principal candidata a la consejera universitaria y militante en la UBA Lucille “Lula” Levy. Mide alrededor del 2,5 % de intención de voto.

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Leandro Santoro, el kirchnerista que puede ganar en CABA.

Leandro Santoro, el kirchnerista que puede ganar en CABA.

Sin todos estos termómetros, es muy difícil establecer una hoja de ruta para Mendoza. Por eso Alfredo Cornejo va a esperar hasta el último momento posible antes de acordar con LLA, suspender las PASO, unificar las elecciones, o dejar todo como está.

Ahora, hay un análisis más que hacer. El peronismo mendocino podría llegar a las elecciones dividido en dos facciones. Una “oficial” conducida por las autoridades partidarias, es decir “el partido” presidido por Emir Félix, y un partido kirchnerista encabezado por La Cámpora. Los libertarios de Mendoza casi no tienen nombres propios y Milei no va en la boleta. Qué decir del experimento electoral La Unión Mendocina. Los encuestadores serios ubican a esa fuerza opositora volando muy bajito, en un dígito flaco, muy lejos del 29 % con que amenazaron arrebatarle la gobernación a Cambia Mendoza. Esto quiere decir que el oficialismo conducido por Cornejo, con poco -un 30 % tal vez- ya podría ganar las elecciones nacionales y locales en Mendoza. La primera podría ser muy difícil y se podría perder si Milei se involucra de modo feroz en la campaña.

Distinto sería si el presidente -en realidad su hermana Karina y “Lule” Menem- dividieran la oferta libertaria. Lo hicieron en Salta y Misiones, lo están organizando en Tucumán, y en Chaco acordaron, para ayudar a gobernadores potencialmente aliados y dialoguistas. En ese tablero, no hay ninguna necesidad imperiosa de acordar con La Libertad Avanza. “Y menos ahora, en este país en el que el dólar salta por los aires en cualquier momento” comenta un dirigente de la “rosca” partidaria. No hay datos ni señales de que ello pudiese ocurrir, salvo la memoria impresa en nuestro ADN nacional.

Luego hay otro asunto… Alfredo Cornejo acordaría con LLA, pero no lo hará a cualquier precio ni entregando la Legislatura. Anoten este dato: el gobernador prefiere perder las legislativas provinciales de abril del año próximo, antes que entregarles a los libertarios la segunda y última parte de su -también- segundo y último mandato como gobernador de Mendoza. Nadie lo va a reconocer. Pero esa es la realidad. Entre tanto, no hubo en estas semanas ni un sólo movimiento. Ni una casilla, para avanzar en un acuerdo. Y de candidatos específicos nadie habla. Estamos en la madrugada electoral.

No hablemos del pastel, la fiesta, los invitados, y la luna de miel. Que aquí todavía no hay ni novios para casarse.