Allegados a Espert sostienen que la lista de invitados del gobierno a la reunión de Presupuesto es más amplia y que trabajan "en espejo" con el Senado para coordinar esfuerzos. Ya hubo reuniones con el presidente provisional de la Cámara alta, Bartolomé Abdala y el senador Ezequiel Atauche. La idea es cerrar filas en el Senado también. Victoria Villarruel no fue de la partida y quedó afuera de esas discusiones porque se está yendo de viaje a España este mismo lunes.
La puesta en escena de Quirno y Guberman en Diputados contemplará gráficos e ilustraciones del presupuesto 2025 como herramienta indispensable para dar muestras de seguridad jurídica hacia afuera y atraer inversores. Tratarán de convencer a la oposición con la promesa de que el superávit se convertirá en una baja de impuesto. A Milei no le gusta la idea de que Argentina se quede un año más sin presupuesto aprobado por el Congreso, un mal presagio para los inversores extranjeros.
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José Luis Espert, uno de los anfitriones del debate del presupuesto en el Congreso
En paralelo a esta movida del presupuesto, el miércoles a las 11 se dará la sesión especial convocada por la oposición para rechazar el veto presidencial que desechó de plano la ley de aumento de fondos a universidades. El radicalismo, los kirchneristas, Encuentro Federal de Pichetto y parte del PRO podrían confluir en este caso y jugarle una mala pasada al gobierno. Si bien temen en esas filas la presión final de los gobernadores y de la Casa Rosada, tienen un aire optimista ya que creen poder desarticular al grupo de "87 héroes" que celebró en Olivos el rechazo a la reforma jubilatoria.
Ya hubo cinco bloques distintos que pidieron la sesión especial contra el DNU de Milei. En la Casa Rosada hacen números: si vota la totalidad de los 257 diputados, se necesitan 172 votos (dos tercios) para revertir el veto presidencial, por lo que "87 héroes" serían insuficientes. Puede que haya ausentes en la sesión. Pero aun así los cálculos no cierran para el gobierno. El silencio de Mauricio Macri habilita a las filas del PRO y esto implica el peor escenario.
En el Senado el oficialismo está peor aún que en Diputados. Tendría el camino allanado para provocarle un fuerte impacto al gobierno. Allí necesitan 48 votos y ya tienen garantizados 47 entre los bloques de Unión por la Patria y la Unión Cívica Radical. El resto lo obtendrían del apoyo de cuatro bloques distintos.
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En Casa Rosada no cuentan con Villaruel para frenar el rechazo al veto presidencial.
En la Casa Rosada llaman a Bartolomé Abdala y a Atauche para tratar de frenar la embestida. No cuentan con Villarruel para esta jugada. Pero en el Senado la respuesta es la misma: hay pocas posibilidades de frenar un rechazo opositor al veto de Milei y el fracaso oficialista está a la vuelta de la esquina.
La última estrategia del gobierno consiste en la judicialización de la batalla y en una fuerte embestida en redes de Milei acusando una vez más a los "degenerados fiscales" y "la casta gastadora". Pero admiten que cualquiera de estas jugadas podría desgastar aun más la imagen positiva del Presidente.
