Agustín Nahuel Gallo y María Alexandra Gómez cruzaron por primera vez sus miradas el 29 de septiembre de 2019. Ella, una venezolana de Puerto La Cruz, Anzoátegui, era periodista y había emigrado a Buenos Aires como otros tantos compatriotas que buscaban un futuro mejor. Nahuel, gendarme, un año mayor, vivía en Moreno, Buenos Aires. Tenían 27 y 28 años, respectivamente. La vida hoy los pone a prueba con su detención por estar acusado de espionaje.
Nahuel Gallo, María Alexandra y el pequeño Víctor en la Navidad pasada. Foto gentileza.
A ambos los unían los mismos intereses: los viajes, la vida al aire libre, la fotografía y también el deseo de emprender. Soñaban con una idea de negocio relacionada con los viajes. Tal vez por eso comenzaron a compartir un grupo para organizar viajes en cruceros, compuesto por argentinos y venezolanos.
“Comenzamos a vernos en esas reuniones y luego a charlar por Zoom. Un día me invitó a tomar mate y, desde allí, nunca más nos separamos”, relata María, en un diálogo profundo con Diario UNO desde su ciudad natal. Agrega: “Sin embargo, la primera cita formal, la que selló nuestro amor, fue en un bar de avenida Corrientes, en CABA”.
María se enamoró enseguida: “Me resultó atento, dulce, gracioso”, describe.
La relación avanzó a “pasos agigantados”. Aunque María nunca consiguió trabajo como periodista deportiva -anhelo de toda su vida-, estaba feliz en una Argentina que la había recibido con los brazos abiertos. Trabajaba en una lanera de la avenida Scalabrini Ortiz, podía costear su alquiler y ahora, como “frutilla del postre”, se había puesto de novia.
Rumbo a la Argentina
Fue en julio de 2018 cuando tomó la decisión de buscar nuevos rumbos y pensó en Argentina. Fanática del fútbol, se ilusionaba con lucirse transmitiendo algún partido. En Venezuela había hecho algunos trabajos para el Deportivo Anzoátegui Sport Club, aunque en Buenos Aires se cansó de golpear puertas sin resultado.
“Sin embargo, jamás me angustié y seguí adelante. Fui mesera, vendedora y una agradecida por el crecimiento que me permitió Argentina, que sin dudas es mi destino favorito en el mundo. Y también por toda la gente maravillosa que conocí en el camino”, reflexiona.
A principios de 2020, Nahuel le propuso vivir juntos y, aunque nunca se casaron, la respuesta fue un “sí gigante”. Se mudaron a Merlo, en la calle Solanet, cerca de la estación de tren. Allí alquilaron una pequeña casa que, con mucho esfuerzo, lograron dejar cálida y hermosa.
María y Nahuel siempre tuvieron una relación armoniosa y basada en el respeto. Con la llegada de su hijo Víctor, se transformó en una familia planificada y feliz.
“Siempre hay un gruñón, que sería yo, y otro que 'rema', el optimista que siempre quiere salir adelante. Y ese es él. Nos parecemos en muchas cosas y en otras somos distintos, como en el deporte, que él ama y yo no tanto”, reflexiona.
El 10 de junio de 2022, la prueba de embarazo dio positiva y la felicidad fue tan grande como el shock. “Se lo conté emocionada, nerviosa, y fuimos juntos a la primera ecografía, siempre con la convicción de que nuestro hijo llegaba a un hogar que lo esperaba”, señala.
Un hijo para consolidar el hogar
Víctor llegó al mundo el 21 de enero de 2023 en el Instituto Médico de Obstetricia, en Once, CABA. Fue antes de lo previsto, aunque siempre fue sano. Inmediatamente, por comodidad, se mudaron al barrio Agronomía, en la avenida San Martín, pleno centro.
“Fue muy poco tiempo porque enseguida llegó el pase de Nahuel a la maravillosa Luján de Cuyo”, señala. Ella todavía no lo sabía, pero aquella ciudad de Mendoza se iba a convertir en su lugar en el mundo.
Nahuel fue destinado al Escuadrón de Gendarmería de Uspallata, específicamente en el complejo de Los Horcones, en la frontera entre Argentina y Chile. Sin embargo, la familia se asentó en pleno Luján por la cercanía con comercios, escuelas y también por su gente cálida y afable.
“Un lugar perfecto para que creciera nuestro hijo, un clima hermoso y vecinos amorosos. Allí, en esa casita, festejamos el primer año de Víctor”, evoca María.
Existía, sin embargo, un obstáculo en su país que la angustiaba: la salud de su mamá.
“Lo hablamos mucho y decidimos que me iba por un tiempo. A la salud de mi madre se sumaban algunos temas que debía cerrar en Venezuela. Eso sí: el plan siempre fue regresar a Luján de Cuyo, pero con una previa visita de Nahuel en 2024”, repasa.
"Quiebre diplomático" y sus consecuencias
En agosto, las elecciones en Venezuela generaron un quiebre diplomático con Argentina que derivó, entre otras cuestiones, en la cancelación de los vuelos que la pareja había programado en Copa Airlines.
“Fue por eso que Nahuel no vino a Venezuela ni yo regresé a la Argentina. Perdimos tiempo y dinero. Él había pedido sus vacaciones de invierno, más o menos 15 días, pero todo quedó en la nada. Acordamos que me quedaba en mi país y que lo esperaría”, relata.
“Nahuel estaba ansioso por conocer las playas de mi país, nadar, salir a trotar, comer pescado y especialmente disfrutar de este lugar con nuestro hijo. Estaba muy ilusionado”, advierte.
Con dinero prestado, más tarde decidió finalmente emprender el viaje a partir del único itinerario posible: Chile (Santiago)-Bogotá-Cúcuta para luego tomar por carretera el tramo Cúcuta-San Antonio del Táchira, Venezuela, a través del puente internacional Francisco de Paula Santander. La idea era llegar al aeropuerto de Táchira, desde donde debía tomar un vuelo local a la capital. Ya en Migraciones fue detenido luego de ser interceptado por la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela. El cabo primero Nahuel Agustín Gallo fue "retenido" acusado de espía.
"Buscaba el abrazo con su hijo"
“Hoy me retumba en la cabeza pensar que esto tal vez sucedió por malas decisiones. Nahuel sólo vino a buscarnos, eso es lo que quiero que se aclare. Siempre estuvo esperando el abrazo de su hijo, lo anheló y es horrible que se le esté negando”, sostuvo.
Desde el momento de la detención de su esposo, hecho que de inmediato tomó estado público y llegó a las más altas esferas, María colocó una foto de una vela encendida en su perfil de Whatsapp en señal de apoyo y esperanza. También en sus estados menciona a diario frases conmovedoras: "Te estoy necesitando"; "Vamos a salir victoriosos de esto".
Lamentó que las autoridades venezolanas estén hablando de espionaje. “Es falso, tengo pruebas. Nahuel venía a buscar a su hijo y a mí, y tengo toda la documentación. Incluso llegó a decirse que no es el padre”.
-María, ¿cuál es su presunción?
-No la tengo, pero exijo la libertad inmediata y que se haga justicia. Que el conflicto político cese de inmediato porque los únicos perjudicados somos nosotros.