Mientras avanza el estudio de impacto ambiental para la explotación, los socios de Hierro Indio esperan poder presentarse en la Legislatura hacia noviembre
Hierro Indio prepara el informe ambiental para comenzar la explotación pero sus socios son cautelosos y no se ponen plazos.
“Hierro Indio es un desafío de vida”, dice Rafael Dahl, accionista de la mina que pasó la etapa exploratoria y prepara su informe ambiental para entrar en fase de producción.
Si todo marcha según los plazos que estima, antes de fin de año podría estar defendiendo el proyecto en la Legislatura provincial para obtener la ratificación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
Dahl quedó como presidente del directorio de Hierro Indio, tras la salida de Guillermo Re Kühl del mismo. El primero representa acciones –propias y ajenas- por un total de 49%; y, además, la provincia tiene una porción minoritaria mediante la representación de la sociedad estatal Impulsa Mendoza.
Mientras avanza el estudio ambiental, los socios se enfrentan en sede judicial por una controversia planteada por Re Kühl. Dahl intenta restarle importancia: “Los problemas societarios se definen en asamblea", dice en diálogo con Diario UNO.
Cumplida la etapa de exploración tras dos campañas y resultados exitosos –se perforaron 2.480 metros distribuidos en 41 pozos-, la empresa Hierro Indio SA avanzó en 2025 con un nuevo informe de impacto ambiental, tendiente a lograr la aprobación para poder poner la mina en producción.
Para eso, antes que nada, debió recomponer caminos que quedaron intransitables tras los temporales de enero que afectaron la zona, en Malargüe.
“A toda la información del primer informe aprobado, se le suma la que surgió de la exploración y debemos volver a terreno para sumar nuevas mediciones de aire, de agua y demás evaluaciones. Y una vez que todos los pasos para la Declaración de Impacto Ambiental estén resueltos –si es que obtiene el ok de la Autoridad Minera-, nos presentaremos en la Legislatura para defender el proyecto”, explica Dahl, sobre el camino que hay que transitar para poder explotar.
Básicamente es el mismo que ya se recorrió para obtener la autorización para explorar; y el mismo que están transitando los proyectos mineros de cobre en Malargüe y el de PSJ cobre mendocino en Uspallata.
La estimación de la empresa es que el informe ambiental estará listo dentro de unos 90 días para ser presentado ante la Autoridad Minera para su evaluación. De ahí que, si todo sale como Hierro Indio SA lo espera y la DIA es aprobada, en noviembre podría ingresar a la Legislatura para su ratificación.
Rafael Dahl prefiere no apurarse para contestar esa pregunta: “Esta temporada puede ser nuestra ventana de oportunidades. No queremos adelantarnos, faltan muchos pasos por cumplir”.
La realidad es que la etapa de explotación arranca de manera conservadora… “bajito”, dice Dahl; con un nivel de producción de 80.000 toneladas anuales, y la empresa no quiere dar ningún paso en falso: “Sabemos que estamos bajo la mirada de todos porque podemos ser el primer proyecto de minería metalífera en explotar en Mendoza”.
‘Compitiendo’ codo a codo está el de cobre en Uspallata, que también proyecta ser aprobado por la Legislatura hacia fines del 2025.
Lo que sí está claro en Hierro Indio, es que el proyecto en su etapa de explotación cuenta con dos fases. Y la segunda de ellas es la más ambiciosa.
“Es la soñada: darle valor agregado al mineral. Transformar el hierro en un producto terminado”, explica el presidente de Hierro Indio.
El objetivo a largo plazo, cuenta, es transformar el mineral en un producto con un 30% de valor agregado. “Entregar un commodity, un acero especial, no el mineral como sale de la tierra. Ahí estará el desafío para nosotros”, agrega.
Para avanzar en la primera de esas dos etapas –si es que surge la autorización, primero de la Autoridad Minera y luego de la Legislatura- la empresa resolvió en asamblea un incremento de capital para financiarla con recursos propios y convenio con proveedores.
Tras dos años de producción, como figura en el plan inicial, la intención es avanzar en la segunda fase.
“Ya esta segunda etapa –la de darle valor agregado al mineral- podría aplicar al RIGI porque se trataría de un proceso industrial con mayor inversión”, explicó Dahl.
Guillermo Re Kühl, fundador de Hierro Indio, reclamó en sede judicial diferencias con el manejo del directorio de la sociedad de la que es parte con su esposa.
Según esgrimió en su momento en una charla con Diario UNO, la demanda se inició para resguardar sus derechos como accionista tras un rumbo que tomó la empresa y que no tiene que ver con los objetivos que se planteó al fundarla. La demanda apunta a Impulsa Mendoza y al resto de los socios privados.
Dahl, que asegura que el conflicto surgió a partir de la decisión de la asamblea de incrementar el capital societario de Hierro Indio para hacer frente a la evaluación de impacto ambiental, prefirió poner paños fríos a la situación: "Los problemas societarios se definen en asamblea", dijo.