Una especie de gerentes de una empresa de servicios grande: el que es bueno, sigue. Aunque en Mendoza también la duración en el ejercicio de ese cargo tiene limitaciones desde hace un tiempo.
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En Mendoza, los gobernadores sólo pueden estar 4 años en el poder. Si quieren volver, deben esperar "un turno", como hizo Cornejo.
Reelecciones: como en el vóley
Los elencos de gobierno también mutan con un cambio de gobernador y eso termina fungiendo como articulador de nuevas cosas al evitar la burocratización de las personas en lugares estancos. Claro que tiene sus contras, pero somos la única provincia del país que tuvo 10 gobernadores distintos desde 1983 a la fecha.
También podríamos haber tenido 11, pero uno de esos diez quiso volver y debió dejar pasar cuatro años para lograrlo. Otra virtud del sistema: si fue bueno puede volver, pero si fue malo se quedará en su casa.
Las reelecciones inmediatas vienen -en el fondo- flojas de papeles, porque es claro que quien maneja la caja tiene un diferencial sobre quien no la maneja. El gobernador y el presidente trazan líneas muy gruesas de la política como para atornillarse a los sillones.
Sureños en el norte
Alfredo Cornejo, Rodolfo y Ulpiano Suárez crecieron en San Carlos; Victor “el Vity” Fayad y Mariana Juri nacieron en General Alvear; Emir Félix y Hebe Casado nacieron en San Rafael. Todos departamentos a más de 100 kilómetros al sur del centro de la Ciudad de Mendoza.
Para quienes dicen que el norte monopoliza el escenario político mendocino: no tanto. El Valle de Uco y el sur han aportado parva de dirigentes que ocuparon y ocupan la vidriera de la política menduca desde siempre.
Algo sí es cierto: todos, excepto Félix, están radicados en el norte de la provincia y la mayoría construyó allí su carrera política. El "Vity”, por caso, murió siendo intendente de la Ciudad de Mendoza, sorteando con creces los más de 300 kilómetros que lo separaban de su oriundez.
El sancarlino Rodolfo Suárez lo sucedió en la intendencia porque era entonces presidente del Concejo Deliberante capitalino para más tarde convertirse en gobernador; y su sobrino Ulpiano quedarse con el sillón de jefe comunal.
Mirando al Sur
Desde 1983 dos sureños se sentaron en el sillón de San Martín: Arturo Lafalla en 1995 y Celso Jaque en 2007. Si bien ambos son peronistas, son casos distintos porque Lafalla construyó su carrera en el norte y solo vuelve a San Rafael a pasar algunas navidades con sus hermanos y sobrinos.
Jaque nació y creció en Malargüe, el departamento mendocino más extenso –y posiblemente el más rico por sus recursos mineros, muchos prontos a ser extraídos— y a la vez uno de los departamentos menos poblados.
Asistencia de Néstor y cabezazo de Celso
La jugada que lo puso en la gobernación a Jaque fue íntegramente armada por Néstor Kirchner, quien murió agradecido con el malargüino porque fue el primer mendocino en abrirle las fronteras de Mendoza cuando nadie apostaba una moneda por él a principios del siglo XXI.
Kirchner partió al radicalismo en dos con “Cristina, Cobos y vos” por un lado, y Roberto “el Mula” Iglesias con la ortodoxia radical por el otro. El resultado fue letal para la UCR mendocina y el por entonces gobernador y vicepresidente electo Julio César Cleto Cobos debió pasar la banda de mandatario provincial a Jaque un, hasta ese momento, desconocido intendente del sur del sur.
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Jaque y Cornejo, dos viejos conocidos.
Peleas de fondo
La senadora nacional Mariana Juri es hija del segundo intendente radical que tuvo Alvear en la vuelta de la democracia y muchos dicen que podría convertirse en la primera intendenta de la historia de la Ciudad de Mendoza.
No la vamos a quemar porque, como decía Néstor, “si sonás, sonaste”; pero está casi cantado que la jefatura política de la capital provincial, por la orfandad de figuras opositoras de peso en ese departamento, seguirá en manos del radicalismo y solo falta ponerle nombre al sucesor de Ulpiano. La alvearense tiene chances.
Félix no quiere hablar de candidaturas y no quedó muy claro si el intendente maipucino Matías Stevanato lo elogió cuando lo postuló a primer diputado nacional o le tiró un baldazo de alquitrán en la cara. A juzgar por la reacción del exintendente sanrafaelino, opción B.
Stevanato juega también su propio juego, sueña con gobernar la provincia en 2027 o al menos representar al peronismo en esa contienda, quizá en su jugada posiciona a Félix en la de octubre para garantizarse él la candidatura que todos quieren en la próxima parada electoral. Riesgoso pero posible.
Candidaturas: no juega Messi
En tiempos de muchísima liquidez en la opinión pública, cualquiera puede generar más emociones que el otro y convertirse en gobernador. Sin Cornejo en la cancha, todos parecieran tener el mismo peso más allá del partido del cual provengan.
Casado, bien asesorada, anticipó que analiza firmemente pasar su afiliación del PRO a La Libertad Avanza en los próximos meses y en esa jugada está contenido un corte de manga a la agrupación que la vio nacer y que hoy conduce Gabriel Pradines, un acólito del enemigo más feroz de la vicegobernadora: Omar De Marchi.
Pasa que a los liderazgos, bajo el imperio creciente de las redes sociales, ya no los construyen solamente los partidos políticos que si bien mantienen su posición de militancia activa en la calle –aunque cada vez menos, porque para los preceptos digitales el cara a cara es hasta contraproducente— están atravesados por las conversaciones que se dan en el ámbito del algoritmo virtual, algo bastante más inasible que una tararira.