Análisis y opinión

El "tempo" político del radical mendocino Luis Petri

Adorni, el vocero de Milei, presentó aquí a Petri como "futuro gobernador de Mendoza"

Cuando aún faltan tres años para las próximas elecciones a gobernador de Mendoza, el radical Luis Petri, actual ministro de Defensa de Javier Milei y ex candidato a vicepresidente de la Nación de Juntos por el Cambio, ya reservó pasaje para una hipotética precandidatura suya cuando haya que definir al sucesor de Alfredo Cornejo en esta provincia. ¿Previsión, ansiedad? Veamos.

En un reciente "conversatorio" (término horrible que lleva a uno a preguntarse ¿por qué no "charlatorio"?) realizado en el auditorio Bustelo de esta Ciudad, el ministro Petri y el vocero presidencial Manuel Adorni se esforzaron por predicar "la palabra" libertaria ante un público mayoritariamente petrista.

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Luis Petri junto a Manuel Adorni. Estuvieron juntos en Mendoza hace algunos días. 

Luis Petri junto a Manuel Adorni. Estuvieron juntos en Mendoza hace algunos días.

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En ese acto, el mendocino se ocupó de expandir la figura de Adorni en este territorio provincial, sobre todo ahora que se asegura que el vocero presidencial será cabeza de lista en las elecciones legislativas del año próximo. A su vez, el portavoz presidencial se encargó de presentar a Petri como "el próximo gobernador de Mendoza".

Modoso, y junto a su mediática pareja Cristina Pérez, el sanmartiniano aprovechó para asegurar que está metido de lleno en la tarea ministerial y en el cambio cultural que ha propuesto el presidente Milei.

En el mundo de la música se le llama "tempo" al grado de celeridad de una composición musical. El "tempo" político de Petri viene teñido por la atmósfera del mundo Milei. Lo ratificó el citado conversatorio del Bustelo al cual concurrieron, según la gacetilla oficial del acto, 3.000 personas, pero que para los distintos medios fueron 1.000, 1.500 y 2.000 personas, según los gustos y no la precisión. Así hayan sido 1.000, no es cifra para desechar.

Esto de ir abonando el terreno político con tan sobrada antelación nos lleva a hacernos algunas preguntas. Por ejemplo: ¿Luis Petri seguirá siendo radical dentro de tres años?

A él suele molestarle que se ponga en duda su pertenencia partidaria. Cree que tiene sobrado historial y le gusta recordar que cuando enfrentó a Alfredo Cornejo en la interna lo hizo siguiendo los parámetros de la UCR y de Cambia Mendoza.

Lo que pasa es que en el último año la Argentina ha sido puesta patas para arriba a la espera de que la macroeconomía consolide un proceso de saneamiento.

En ese lapso, Juntos por el Cambio desapareció del mapa político nacional sin dar las gracias, y Bullrich y Petri, que integraron la fórmula presidencial de esa coalición, salieron disparados a sumarse, en cuerpo y alma, al fenómeno Milei.

Cuando uno larga ese tipo de señales tan potentes, los rebotes suelen ser también muy fuertes.

Digámoslo: en un año Petri y Bullrich han sido más libertarios que nadie, lo que les ha valido estar entre los ministros mejor conceptuados. Bullrich, por ejemplo, no dudó en afirmar que "el PRO ya fue absorbido por Milei".

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Y Petri, es cierto, no ha dicho que dejó o que dejará de ser radical, pero tampoco ha sido muy específico a la hora de clarificar en calidad de qué está en el gabinete, si está a título personal, si está con la venia de su partido, o si va a apoyar algún tipo de coalición entre la UCR y La Libertad Avanza.

Es más, no faltan los que dicen que Petri está tan a gusto con Milei que le costará pensarse fuera de ese anillo de fuego.

Hay más preguntas que genera Petri con final abierto: ¿En 2027 será uno de los referentes de una coalición formal, libertaria-radical remedando aquel Cambiemos que en 2015 conformaron el macrismo y la UCR?

Raramente Milei vaya a hacer algo que remede a Cambiemos. Si lo tiene a Mauricio Macri con la ñata contra el vidrio sin tirarle un mendrugo, imaginemos lo tacaño que puede ser con un radical.

Dicho esto, expongamos otra duda interesante para analizar. ¿El tipo de idilio que se dio en 2023 entre el electorado mendocino y Javier MIlei podrá trasladarse a una posible candidatura de Petri gobernador?

Difícil que el chancho chifle.

Ocurre que "la forma y el fondo" que el votante mayoritario de esta provincia le aceptó al Milei candidato en 2023, no serán las mismas que le exigirá a los candidatos a gobernador en 2027.

Para dirigir al país en un momento de debacle populista, nuestra ciudadanía optó por un cambio drástico.

A Milei el electorado mendocino aún lo banca porque entiende que de toda la oferta política que hay, es el único que puede sentar las bases de un cambio económico que nos saque de esa verdadera enfermedad social que es el populismo kirchnerista.

Ahora bien, conseguido medianamente el objetivo de sanidad económica, el votante va a empezar a demandar otras cuestiones.

Digámoslo claramente: la mayoría de los ciudadanos no se va a volver anarcocapitalista o paleo libertario ni va a desechar la idea de que un país se maneja con un Estado moderno y ágil.

Lo que quiere la mayoría tiene que ver con la necesidad de un país inserto en la cultura liberal, republicana y democrática, alejado de los populismos de izquierda y de derecha extremos.

No será La Libertad Avanza la que vaya a imponer un candidato a gobernador en 2027, sino una suma de factores netamente provinciales.

No es Adorni quien nos vaya a orientar la aguja en Mendoza.