Universidad pública

El gobierno de Milei es el que menos presupuesto le aprobó a la UNCuyo desde la vuelta de la democracia

La secretaria general explicó que lo frecuente es que se apruebe entre el 90 y el 97% de la pauta, pero la actual gestión aprobó solo el 53%. Alarmante panorama para el 2025

Este miércoles 2 de octubre, la Universidad pública vuelve a manifestarse en todo el país por el posible veto a la Ley de Presupuesto universitario que aprobó el Congreso, pero que el gobierno de Javier Milei no respalda, pero la discusión no solo se agota en este punto.

Diario UNO dialogó con la secretaria general de UNCuyo, Estefanía Villarruel, quien manifestó que la discusión que más preocupada tiene a la actual gestión del Rectorado es la escasa pauta presupuestaria aprobada para el 2025.

"Este es el gobierno que desde la vuelta de la democracia menos presupuesto le ha otorgado a la universidad pública. De lo solicitado solo entregará el 53%, aún menos que en la crisis del 2001", lamentó Villarruel.

En otras palabras, la UNCuyo deberá funcionar en el 2025 con casi el 50% del presupuesto calculado para el próximo año y en este número no está garantizada la pauta salarial.

Marcha universitaria - UNCuyo
La imagen aérea que mostró la gran cantidad de gente que participó en Mendoza de la manifestación por la educación pública de abril pasado

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Un panorama alarmante para la UNCuyo

En palabras de la secretaria general, lo que le espera a la UNCuyo en el 2025 es "alarmante" de persistir esta situación.

"Hemos pasado muchas veces por crisis económicas y financieras, pero es la primera vez que tenemos una campaña sistemática, ordenada y militante contra la Universidad Pública", manifestó la funcionaria de la casa de estudios.

Y recalcó que lo más preocupante de todo es que ya con este magro presupuesto, la única forma de garantizar a los docentes que el salario no quede absolutamente licuado por la inflación es la Ley de Financiamiento Universitario que quiere vetar Milei.

Hay que recordar que lo que la ley determina es que el presupuesto para gastos -10% del la pauta total de gastos- se actualice cada 2 meses, y la masa salarial -90% del presupuesto- lo haga todos los meses, en función de la inflación. Estas medidas buscan revertir la pérdida para el salario de los docentes, que ya han visto reducido el 50% su poder adquisitivo.

"Si la ley se veta, lo que va a pasar es que en el 2025 vamos a tener que discutir salarios todos los meses", manifestó Villarruel, y explicó que así y todo, no estarían garantizados los aumentos.

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Gastos de funcionamiento al límite

Para poner algunos ejemplos de la situación a la que enfrenta la UNCuyo, Villarruel explicó que si bien los fondos para afrontar gastos de funcionamiento ya están garantizados -es decir, van a poder pagar los servicios básicos- no se han emprendido obras que son apenas de mantenimiento.

"No hemos podido arreglar el techo del DAD, ni terminar un bloque de aulas en el Liceo Agrícola, como tampoco reparar las calderas en la escuela de Agricultura de General Alvear. Los chicos tuvieron que pasar algunos días a la educación virtual en invierno, porque el frío que hacía en la escuela era insostenible".

Lo que tampoco van a poder hacer es actualizar el valor de las becas, a la que este año se les ha dado prioridad en función a las necesidades de los alumnos.

"Lo que más nos preocupa es el alcance simbólico de estas decisiones, porque es toda una definición política del gobierno nacional sobre lo que quiere hacer con las universidades", enfatizó.

Si la ley se veta, el panorama es desalentador, consideró la entrevistada.

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Fuga de cerebros en el Balseiro

Otro aspecto que a Villarruel le parece muy inquietante es que solo este año se fueron 40 científicos del Instituto Balseiro.

"Estamos hablando de las mentes más brillantes del país, que ya están formados y se están yendo, los estamos perdiendo", sostuvo la secretaria muy angustiada.

Para estos integrantes del Instituto Balseiro el freno a la construcción de un novedoso tipo de reactor nuclear los dejó sin motivos para seguir adelante y a muchos les conviene irse a trabajar a Chile, por un salario mucho mejor. Otros se han ido a algunos puntos de Latinoamérica, o aún más lejos.