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Agustín Rosales, el joven que fue agredido en el boliche El Santo.
Pero la defensa del acusado apeló ese fallo y logró darlo vuelta en segunda instancia. El juez Rafael Escot consideró que no hubo un intento de homicidio y que en realidad Flavio Zeballos propinó al golpiza en la puerta de El Santo para defender a otras personas a las cuales la víctima les estaba arrojando piedras. De esta forma, el caso quedó calificado como lesiones graves en exceso de legítima defensa.
Ante el cambio de calificación y al convertirse en un delito que permite una pena excarcelable, la defensa del trabajador de El Santo solicitó el cese de la prisión preventiva. Esta situación se definirá el próximo viernes en horas de la tarde.
Golpiza en el boliche El Santo
El episodio ocurrió en la madrugada del 17 de noviembre pasado, cuando Agustín Rosales había acudido al conocido boliche El Santo. A la salida de ese establecimiento ubicado en Rodeo del Medio, se produjo una rencilla entre dos facciones y el joven intercedió. En medio de la trifulca, recibió un golpe de puño en la cabeza mientras estaba de espaldas a su agresor. Cayó al suelo inconsciente, mientras que el atacante huyó del lugar entre la multitud. La víctima sufrió una fractura de su cráneo y de mandíbula, por lo que quedó internado en terapia intensiva del Hospital Central hasta ser dado de alta semanas después.
Gracias al análisis de cámaras de seguridad y a la declaración de distintos testigos, un supuesto patovica del boliche El Santo -en la causa, Flavio Zeballos dijo que trabaja en mantenimiento y no en seguridad del lugar- fue detenido dos días después del hecho tras un allanamiento que se realizó en el loteo Eloy Tello, ubicado en Guaymallén.