Avanza la investigación

Un detenido y un giro de 180 grados en el caso del estafador serial asesinado en Lavalle

Sergio Emiliano Ochoa (31) es el único sospechoso capturado por el crimen de Lucas Aguilera (42), baleado el domingo en Lavalle

De ser una operación de compraventa de un vehículo que terminó en un robo y asesinato, a ser un crimen planificado entre conocidos por deudas. Ese giro de 180 grados, con la detención de un sospechoso incluida, tuvo la investigación por el hecho de sangre ocurrido el domingo pasado en Lavalle donde un estafador serial fue baleado y perdió la vida en una zona descampada.

Lucas Iván Aguilera fue ejecutado de un disparo en la cabeza cuando se dirigió en una camioneta junto a un amigo, Edgardo Darío Ortiz (56), a una zona inhóspita de Lavalle. La primera versión que aportó el sobreviviente, quien también fue baleado pero en el hombro, es que iban a comprar un auto y fueron emboscados por dos vehículos ocupados por cuatro sujetos quienes comenzaron a disparar y le robaron la camioneta y un bolso con 8 millones de pesos a las víctimas.

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Los pesquisas policiales y judiciales empezaron a dudar de esta versión por el extraño lugar que habrían buscado para concretar una operación comercial millonaria. Pero aún más cuando detectaron que Lucas Aguilera tenía decenas de antecedentes por estafas con, justamente, la compraventa de vehículos. De hecho, había cumplido una condena de 3 años de prisión por esos hechos.

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Con el avance de la labor investigativa se estableció una nueva hipótesis: que nunca hubo una emboscada de otras personas y que en realidad en la camioneta Toyota Hilux viajaba un tercer pasajero, además de Lucas Aguilera y Edgardo Ortiz.

No sólo eso, sino que este último sería el autor de los disparos. Fue identificado como Sergio Emiliano Ochoa, de 31 años, que fue detenido tras un allanamiento en su domicilio ubicado en Villa Hipódromo, Godoy Cruz.

Fuentes ligadas a la causa detallaron que Ochoa, quien tiene antecedentes por ser detenido en 2019 en un kiosquito de venta de drogas, era inquilino de Lucas Aguilera. Esto podría haber generado algún tipo de conflicto económico, aunque no descartan que hayan tenido deudas por temas vinculados a estupefacientes.

Lo cierto es que, más allá de no estar del todo definido el móvil del crimen, el sospechoso quedó a disposición del fiscal de Homicidios Carlos Torres y será imputado en las próximas horas.

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Los pesquisas también analizan el papel que jugó Edgardo Ortiz en el hecho de sangre, ya que si bien fue baleado, el disparo lo recibió en una zona segura y su primer relato tiene fisuras que ahora hacen que posen la lupa sobre su accionar.

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