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“Se hicieron reuniones entre la DGE, policías, directivos y hasta el sereno. Todo para que vuelva a suceder”, dijo la docente, indignada. Anticipó que a partir de ahora los elementos de Educación Física serán retirados por los docentes para evitar que se los sustraigan.
“El arreglo de tres pelotas costó casi $30.000. No podemos comprar nuevas y tampoco quedar expuestos a que las roben”, reflexionó.
"Estamos cansados de sentirnos vulnerables; no solo roban objetos, roban la tranquilidad de nuestros niños. Todo esto es un daño a los chicos. Ni siquiera a los docentes, ya que tres aulas que dan al patio están ahora sin ventilador”, se quejó la maestra.
“La directora pide no comprar artefactos”, reiteró.
Daños
Entre los daños ocasionados en las últimas semanas, más allá de los robos, mencionó destrozos en las cerraduras, forcejeo de puertas y, lo más grave, el temor permanente.
Dijo que la escuela está situada en cercanías de la ruta camino al aeropuerto, en una zona de descampado. “Al parecer ingresaron por un ventilete pequeño, pero lo suficiente como para que pase un niño. Justamente le iban a hacer una reja, pero no se llegó a tiempo”, dijo.
La docente sostuvo que es imprescindible que los hechos de esta naturaleza se visibilicen. “Esconder esto que sucede sería ir en contra de una solución”, concluyó.
