La causa y el juicio por distribución de material de abuso sexual infantil
En el caso de Germán Kiczka, los jueces dictaminaron una pena de 14 años de cárcel efectiva por ser encontrado penalmente responsable de tenencia, facilitación y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI) agravado por ser las víctimas menores de 13 años de edad.
Durante la lectura de alegatos, los representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) solicitaron 15 años para el ex legislador y 12 para Sebastián Kiczka, a los que calificaron como unos "degenerados".
"A la adolescente la empujó y le tocó sus partes íntimas. También le envió fotos de su pene y le dijo que le iba a tener que sacar la calentura", alegaron los funcionarios judiciales.
Por su parte, el defensor de Germán, Gonzalo De Paula, peticionó que su cliente sea absuelto de culpa y cargo al basarse en que Sebastián confesó en las ampliaciones de su declaración que él era el dueño de la computadora Acer y que descargó pornografía infantil en la notebook Lenovo de su hermano: "Reclamo que se desestimen todas las imputaciones".
Carlos Paredes y María Laura Alvarenga, asesores de Sebastián Kiczka, plantearon que el hombre de 47 años sea declarado insano y que sea internado en un centro neuropsiquiátrico para recibir tratamiento profesional, mientras que señalaron que el abuso sexual simple "no existió": "No hubo vínculo personal, fue una relación de amigos con derechos".
Los planteos de las defensas fueron rechazados por los magistrados y resolvieron condenas contundentes contra los delincuentes.
De hecho, el fiscal Glinka calificó de "degenerados" a los imputados y chicaneó a Sebastián por el pedido del letrado defensor: "Tiene 48 años el nene".