Policiales Legítima defensa
Ocurrió anoche

Liberaron al policía que mató a un ladrón en Guaymallén porque actuó en legítima defensa

El efectivo policial de 32 años, que se encontraba de civil al momento del crimen en Guaymallén, estuvo aprehendido unas horas pero finalmente recuperó su libertad

Sebastián Salas
Por Sebastián Salas [email protected]
El ladrón que murió tras intentar asaltar al policía.

El ladrón que murió tras intentar asaltar al policía.

A pocas horas de que ocurrió un crimen en Guaymallén, el autor quedó liberado. Es que se trata del efectivo policial que en la tarde noche del domingo baleó y mató a un joven de 27 años que intentó asaltarlo. Todas las pruebas apuntan a que se trata de un caso de legítima defensa, por lo que el uniformado ni siquiera fue imputado.

Menos de tres horas después de que ocurrieron los disparos que terminaron con la vida de Juan David Ávila Sosa (28), el policía de 32 años fue notificado por el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello de que recuperaba su libertad. Es que la primera reconstrucción del hecho apunta a que el hombre actuó bajo los preceptos de la legítima defensa: corría riesgo su vida, la de su novia y utilizó su arma reglamentaria que le provee el Ministerio de Seguridad.

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Bastante trabajo tuvo la policía durante la madrugada de este sábado.

Bastante trabajo tuvo la policía durante la madrugada de este sábado.

La hipótesis que nació desde el minuto cero y que se fue confirmando con las primeras medidas, es que minutos después de las 18 un auto Chevrolet Onix se encontraba estacionado a la vera del Acceso Este, a metros del cruce con el puente Tirasso. Es su interior se encontraba el policía de 32 años, sentado en el lado del conductor y vestido de civil. A su lado estaba su pareja.

En ese momento, una moto ocupada por dos sujetos se estacionó en el costado derecho del vehículo y el acompañante exhibió lo que parecía ser una tumbera -arma de fuego de fabricación casera-, aunque finalmente se determinó que era un caño de 20 centímetros. Los malvivientes comenzaron a amenazar a las víctimas con quitarles la vida si no entregaban sus pertenencias.

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El efectivo policial aprovechó una distracción para tomar una pistola 9 milímetros y efectuó cuatro disparos. Ávila se llevó la peor parte ya que recibió dos impactos de bala: uno en el tórax y otro en el cuello. Perdió la vida en cuestión de segundos. En tanto que el otro motochorro escapó del lugar y hasta el momento no ha sido capturado.

Juan David Áliva tenía antecedentes policiales y judiciales. Fue investigado en tres causas de robos agravados, aunque en dos de ellas terminó sobreseído. En la restante, fue condenado a 5 años de prisión y había terminado de cumplir la pena el 12 de marzo pasado.

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