A pesar que le había pegado los ojos, "logró abrirlos, vio que en la vivienda había ropa de mujer, y también le pudo ver la cara al hombre", según contó la estudiante a su familia.
Patricia, madre de la víctima, fue tajante al hacer un pedido: "Necesito que me atienda el gobernador Cornejo y hablar con él".
El secuestro, el abuso sexual y las 7 horas con el agresor
"Él estaba cerca de la calle cuando mi hermana pasaba y le pidió ayuda para levantar una caja. Mi hermana es muy social y amable, se acercó y ahí él aprovechó, la agarró del cuello y la metió adentro de la casa", señalaron.
Además, descartaron por completo conocer al presunto agresor, identificado como Víctor Aníbal Rodríguez, de 52 años, ya que nunca hizo un trabajo de albañilería en su casa ni tampoco lo habían visto por la zona.
"Fueron muchísimas horas las que la tuvo en su casa. Claramente las intenciones de él eran otras ya que encontraron un pozo en el fondo de su casa, como también guantes", en referencia que quería matarla, según dilucidó la hermana de la víctima que denunció el abuso sexual.
La estudiante del Profesorado de Historia fue atendida en un hospital donde aplicaron el protocolo de emergencia para casos de abuso sexual, le hicieron todos los estudios necesarios y está contenida psicológicamente además de acompañada por sus padres, hermanos y novio.
"Admiro mucho a mi hermana, yo creo que no hubiese podido haber hecho lo mismo. Ella trató de ponerse en el lugar del agresor, por así decirlo, le decía: 'Tranquilo, no voy a decir nada, por favor soltame, me están buscando, te prometo que no voy a decir nada', y él le dijo que la iba a largar pero cuando se fuera un poco la gente que andaba por la zona buscándola".
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El presunto agresor sexual de la estudiante de 20 años tenía otro pedido de captura por abuso sexual de dos sobrinos menores ocurrido a fines del 2024.
Además, la hermana de la víctima dijo que el abusador "fue muy cínico. La tenía amenazada todo el tiempo con un arma blanca, por lo que ella pudo ver. Le dio comida, le prendió la televisión, como si no pasara nada. Le decía que era para pasar el tiempo. No la dejó sola en ningún momento".
"Nosotros sacamos conclusiones. Creemos que le revisó el teléfono a mi hermana y vio que estábamos buscándola y movilizándonos por todos lados", sostuvo la mujer.
Relató el momento en que liberó a la joven: "La sacó por atrás del loteo y la dejó cerca de una cancha, la llevó caminando un poco más de una cuadra. Ella esperó que se alejara mientras se sacó un poco el pegamento que tenía en los ojos y vio el micro 665, lo paró y le pidió por favor que la llevara a la Comisaría. También se tiró al piso y le dijo al chofer que era para que no la viera nadie" por el intenso temor que tenía luego de las 7 horas que estuvo cautiva.
Así fue como Adrián, el chofer del micro que la reconoció y la llevó hasta el lugar donde estaban sus padres y un grupo de vecinos que la habían buscado durante todo el día. Eran casi las 21 del lunes.
La denuncia de la madre antes de saber del secuestro y el abuso sexual
Cuando la joven de 20 años salió de la facultad el lunes al mediodía, le avisó a su madre que se le había pasado el colectivo que se toma todos los días que la deja a pocos metros de su casa, y se tomó otro, cuya parada más cercana es en la Ruta 40 y calle San Ramón, de Las Heras, por donde debe caminar un par de kilómetros para llegar a su hogar.
Indicaron que ningún miembro de la familia se toma ese micro por seguridad, ya que al no ingresar al callejón deben caminar por una zona desolada y tienen miedo a ser víctimas de un asalto, pero nunca se imaginaron algo así.
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El denunciado por secuestro y abuso sexual en Las Heras vive en la calle San Ramón, de El Borbollón.
Foto: Matías Pascualetti/ Radio Nihuil
La víctima le avisó cuando se bajó del micro, pero el tiempo pasaba nunca llegó a su destino. También dejó de responder mensajes y no atendió las insistentes llamadas de su madre, por lo que su intuición le marcó que algo estaba mal, llamó al 911 e hizo la denuncia virtual al Ministerio Público Fiscal.
No se quedaron quietos y preguntaron en las casas aledañas si la habían visto, lo que alertó a varios vecinos que también salieron a recorrer la zona para buscarla.
"Todavía no hay noticias de este tipo y queremos que se difunda su foto por todos lados, no queremos que se escape", dijo la mujer, debido a los llamados que recibieron que indicaban que estaba en diferentes lugares e incluso que había salido de la provincia. "En algún lado tiene que estar escondido", sumó.
Agregó: "Sabemos que tiene antecedentes por abuso sexual a dos sobrinos menores de edad. Un familiar fue a su trabajo, en una playa de estacionamiento en la Ciudad de Mendoza donde los dueños dijeron que desde noviembre no sabían nada de él ya que no se presentó más. Y desde ese momento o diciembre es que vive en esta zona" de El Borbollón, en Las Heras, donde creen que se mantenía oculto.