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El crimen que quedó en un intento
Tras ser víctima del abuso sexual, Alison Botha recibió 30 puñaladas en el abdomen y otras 17 a la altura de la garganta. Algunas de ellas eran perforantes, otras cortantes. Los criminales la dejaron tirada en el lugar, pensando que había perdido la vida, y escaparon.
Pero Alison Botha desafió a toda la lógica. Se logró poner de pie. Utilizó una de sus prendas de ropa para atarse el estómago que tenía algunas de sus visceras en el exterior. Se sostuvo su cabeza, que pendía de un hilo. Se arrastró hasta una carretera cercana y logró pedir auxilio.
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Un estudiante de veterinaria la encontró en el lugar. Logró darle primeros auxilios hasta que fuera trasladada a un hospital. Contra todo pronóstico, meses después Alison Botha fue dada de alta y se recuperó de sus lesiones. No sólo eso, sino que logró identificar a los dos delincuentes que cometieron el intento de crimen. Ambos fueron condenados a prisión perpetua.
Historia de superación tras el crimen
Claro que el intento de crimen de Alison Botha recorrió todo Sudáfrica tras hacerse mediático. No sólo eso sino que la sobreviviente del crimen s se convirtió en una voz influyente para las víctimas de violencia y abuso. Años después publicó su libro "I Have Life" donde detalla su experiencia, y ha utilizado su historia para inspirar y educar sobre la resiliencia y la lucha contra la violencia de género. Su caso también ha sido tema de documentales y una película, "Alison", lanzada en 2016, que narra su increíble historia,