Caso paradigmático

La historia de la mujer que creó en su mente 2.500 personalidades para defenderse del abuso sexual de su padre

A través de un mecanismo de defensa de la psicología, la mujer pudo lograr una dura condena por abuso sexual contra el progenitor

Los casos de abuso sexual, especialmente contra niños, son aberrantes en todas sus formas. Pero la historia de Jeni Haynes tiene características que la hacen distinta a cualquier otra. No sólo porque con el correr de los años logró que condenaran a su padre por los ataques que sufrió durante su niñez, sino porque gran parte de eso fue gracias a una inusual forma de defenderse a través de la psicología.

Jeni Haynes era una de las tres hermanas de la familia Haynes. Había nacido en 1970 en Londres, pero a sus cuatro años se mudaron a Australia. A esa altura, su padre la había elegido como su víctima predilecta de los distintos abusos sexuales que cometió y se fueron agravando con el correr del tiempo. La pesadilla se extendió hasta sus 11 años, cuando la familia regresó a Reino Unido y sus padres se separaron. Sin embargo, la mantuvo en silencio hasta su vida adulta.

La mente de Jeni Haynes desarrolló un extraordinario mecanismo de defensa: el Trastorno de Identidad Disociativo (DID). Es decir, creó distintas personalidades dentro de su cabeza que tenían distintas actitudes frente al abuso sexual: algunas lo olvidaban, otras se defendían, otras la hacían distraerse. Los expertos en la psicología que analizaron el caso contabilizaron 2.500 personas dentro de la cabeza de la mujer.

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La psicología como arma de defensa

Ya en su vida adulta, y tratando de ordenar un poco su vida. Jeni Haynes decidió confesar y denunciar a su propio padre. El hombre fue detenido y mediados de 2019. El juicio tuvo otro rasgo que hacen al caso especial: fue la primera vez que un Tribunal admitió que una persona declare a través de sus distintas personalidades.

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Así fue que mientras las distintas personas que vivían dentro de su cabeza iban relatando lo que ocurrió durante la infancia, Richard Haynes se quebró y admitió haber cometido el abuso sexual durante todos esos años. Terminó siendo condenado a una pena de 45 años de prisión por los ataques que perpetró contra su hija.

Dentro de las personalidades más destacadas que vivieron en la psicología de Jeni Haynes se encuentran "Músculos", un adolescente alto y con brazos prominentes que tiene una actitud protectora, "Volcán", un hombre destacado por su ropa de cuero negro y su aspecto rudo; o "Ricky", un niño de 8 años.

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Cada uno de ellos pudo contar algún aspecto del abuso sexual que sufrió la niña durante más de 6 años. Algunos desde el punto de vista de la agresión sexual en sí, otros desde los golpes físicos, otros desde el impacto en el ámbito de la educación y la relación con otras personas. "Tener 2.500 diferentes voces, opiniones y actitudes es extremadamente difícil de manejar. Pero yo no debería tener que vivir así. No se equivoquen, mi papá fue quien causó mi trastorno de personalidad múltiple", dijo la propia Jeni Haynes en una entrevista que brindó años después.

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