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Collen Stan vivió secuestrada en una caja.
En el sótano de la casa donde fue secuestrada, Colleen Stan fue despojada de su ropa, colgada del techo y sometida a abusos sexuales mientras la pareja consumaba su relación frente a ella. Esa primera noche marcó el inicio de un régimen de tortura que duraría años.
Cameron Hooker tenía fantasías sádicas de esclavitud inspiradas en una novela erótica francesa y había llegado a un acuerdo con su novia: secuestrar a una "esclava" que reemplazara a su esposa en sus prácticas de bondage. Aunque inicialmente el acuerdo excluía el abuso sexual con penetración, pronto rompió esta regla.
Colleen Stan fue encerrada en una caja de madera bajo la cama de agua del matrimonio durante 23 horas al día, saliendo solo para ser alimentada, realizar necesidades básicas o sufrir abusos sexuales.
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Collen Stan vivió secuestrada en una caja.
La esclavitud tras el secuestro
En enero de 1978, Cameron Hooker la obligó a firmar un contrato de esclavitud que la convertía en su "propiedad" de por vida, bajo el nombre de "K". Para mantenerla sumisa durante el secuestro, inventó una organización ficticia llamada "The Company", que supuestamente la vigilaba y castigaría a ella y a su familia si intentaba escapar.
La liberación de la víctima del secuestro llegó de una forma sorpresa: su propia victimaria. Janice Hooker, en agosto de 1984, comenzó a cuestionar las acciones de su esposo especialmente cuando expresó su intención de hacer de la víctima su segunda esposa.
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El hombre condenado por el secuestro en Estados Unidos.
La ayudó a escapar. El 9 de agosto, Janice llevó a Colleen Stan a una estación de autobuses, donde llamó a su padre para regresar a casa. En noviembre de 1984, Cameron Hooker fue arrestado y acusado de secuestro, abuso sexual y otros delitos.
En el juicio de 1985, Janice testificó contra él a cambio de inmunidad, y Colleen Stan relató su calvario que vivió durante el secuestro. Los instrumentos de tortura, incluida la caja de madera, fueron presentados como evidencia. Cameron Hooker fue declarado culpable y sentenciado a 104 años de prisión, una condena que permanece vigente tras la denegación de su libertad condicional en 2015.