La firmeza en sus palabras sorprendió a muchos cuando sentenció: "Pido la pena de muerte para los dos". Esta declaración refleja la magnitud del impacto que causó el brutal asesinato de Kim Gómez, quien murió cuando los ladrones intentaron robar el auto donde se encontraba junto a su madre.
El yerno de Franco fue quien tomó la difícil decisión de entregar a su cuñado a las autoridades policiales. "¿Pensó en su sobrina de 5 años con lo que hizo sin necesidad? El padre le dio todo, nunca le faltó nada. Y así le pagó", señaló con evidente decepción hacia el comportamiento del joven detenido.
La indignación creció durante la entrevista cuando Franco aseguró: "Lo que hicieron no tiene perdón de Dios. Hay que pensar en esa familia que se quedó sin su hija, y apoyarlos en todo. Que se haga Justicia. Si se tienen que morir dentro de la cárcel, que se mueran".
Antecedentes en La Plata
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El crimen conmocionó a toda La Plata.
Los detenidos por el crimen tienen 14 y 17 años. Este último ya contaba con antecedentes por un robo similar ocurrido a principios de febrero, según confirmaron fuentes policiales. Aquella vez, el joven participó en una tentativa de robo automotor que le valió un registro en una seccional de la Policía Bonaerense.
Franco mostró su apoyo al proyecto de ley enviado por el Gobierno para bajar la edad de imputabilidad penal. "Estoy muy de acuerdo. La mayoría de los pibes de esta zona delinquen desde los 14 años en adelante. Aprovechan que tienen 14 o 15 años y saben que si se mandan una cagada, salen afuera", aseveró con preocupación.
Respecto a la experiencia de su cuñado con armas, el hombre reveló: "No sabía ni lo que era usar una gomera este chico. Salía a robar de cara rota. Si le salía, le salía, si no le salía, no le salía". Esta descripción muestra la impulsividad con que actuaba el joven detenido.
La sorpresa ante la magnitud del crimen quedó plasmada cuando Franco expresó: "Jamás en la vida me imaginé que un pibe de 17 años iba a llegar a hacer semejante cosa, a destruir una familia". Su testimonio concluye con un mensaje desgarrador sobre el dolor irreparable: "A esa familia nadie le va a devolver a la criatura que le arrebataron. No hay consuelo".