Asesino serial

Era dueño de un bar que tenía un lago con cocodrilos: mató a 20 mozas y las arrojó al agua

Los crímenes que cometió Joe Ball se han convertido casi en una leyenda de la cultura policial popular en Estados Unidos

Mencionar el nombre de Joe Ball en Estados Unidos es mencionar una leyenda urbana. Pero también es generar un escalofrío en la nuca de quien lo escucha. Porque fue un hombre célebre en la década del '30, pero no por sus proezas, sino por ser uno de los asesinos seriales más recordados por su extraño modus operandi: arrojar a las víctimas del crimen a un lago con cocodrilos.

Hacía algunos años había terminado la Primera Guerra Mundial y ya se respiraba el comienzo de la Segunda. Era 1937 y Joseph Douglas Ball, quien había sido soldado con destino europeo en el conflicto bélico, había decidido abrir un bar en Texas. Se llamaba Sociable Inn, pero no era un local de bebidas tradicional sino que tenía una particularidad.

El Sociable Inn era conocido en la ciudad de Elmendorf por tener un lago con cinco cocodrilos. Los clientes podían disfrutar de un trago mientras miraban a esos salvajes animales deambular por el agua e incluso comer, ya que había un día especial donde el dueño les arrojaba perros y gatos vivos para entretener a la gente. Esto ya era de por sí turbio, pero nadie imaginaba la verdadera oscuridad que se escondía en el bar de Joe Ball.

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El bar que tenía el asesino serial en Texas.

El bar que tenía el asesino serial en Texas.

Misteriosas desapariciones

En septiembre de 1937 saltó la primera alarma. Una joven de 22 años que trabajaba en el bar de Joe Ball desapareció misteriosamente. La policía indagó el hecho y lo primero que hizo fue tomarle declaración al hombre, quien aseguró que la chica había renunciado para trabajar en otro sitio. Nunca sospecharon sobre un crimen y caso quedó en la nada.

Al poco tiempo ocurrió exactamente lo mismo con otra moza del bar. Y meses después se fueron destapando una docena de casos más. Joe Ball fue zafando de ser detenido y acusado de un crimen porque algunas de las trabajadoras fueron encontradas con vida en otros lugares, pero la mayoría de ellas no.

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Los cocodrilos que tenía el asesino serial Joe Ball.

Los cocodrilos que tenía el asesino serial Joe Ball.

La investigación llegó a su clímax cuando la segunda y tercera esposa de Joe Ball también desaparecieron misteriosamente. No solamente eso, sino que un vecino del hombre declaró haberlo visto cometer el crimen de una mujer, descuartizar el cadáver y arrojar los restos a su lago de cocodrilos.

Para esa altura ya corría el año 1938. El 24 de septiembre, la policía irrumpió en el Sociable Inn para realizar un examen más profundo en el lago de cocodrilos en busca de restos humanos. Fue en ese momento en que Joe Ball tomó un arma de fuego y se disparó en la cabeza. Así le puso fin prematuramente a una de las historias de crimen más legendarias en los Estados Unidos.