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El psiquiatra condenado por el crimen en Venezuela.
El crimen que destapó todo
A mediados de 2007, Edmundo Chirino comenzó a atender a una joven de 19 años que había sido derivada al psiquiatra. Roxana Vargas, una estudiante universitaria, sufría problemas de ansiedad y depresión.
Al poco tiempo, lo que era una relación profesional derivó en una relación amorosa. Todo entre comillas, ya que Edmundo Chirino, con 72 años, aprovechó la vulnerabilidad de la salud mental de la adolescente para manipularla y formar un vínculo afectivo.
El 14 de mayo de 2007, la joven desapareció y luego fue encontrada sin vida en un terreno baldío. Había sido asfixiada y golpeada en la cabeza. La investigación por el crimen terminó develando algo que nadie imaginaba.
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La víctima del crimen en Venezuela.
La caída del psiquiatra
Los investigadores del crimen detectaron que el mismo día de su muerte, Roxana Vargas había estado en una consulta psiquiátrica con Edmundo Chirinos. No sólo eso, sino que también habían cruzado varias llamadas ese día. El hombre se convirtió en la última persona que la vio con vida y eso lo transformó en el principal sospechoso.
Cuando se realizó un allanamiento en la casa del psiquiatra se empezó a entender todo. Edmundo Chirinos tenía más de mil fotografías y videos de mujeres desnudas o en ropa interior. Eran pacientes del médico que estaban sedadas en ese momento. De hecho, la autopsia por el crimen de Roxana Vargas determinó que había sido sedada antes de ser golpeada hasta morir.
En 2010, el psiquiatra fue condenado a 20 años de prisión por el asesinato de Roxana Vargas. A pesar de su edad avanzada, Edmundo Chirinos nunca mostró arrepentimiento por el crimen. Finalmente, en 2013, falleció bajo arresto domiciliario debido a complicaciones de salud.
