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Rodrigo Moya fue detenido por el crimen en San Martín
El sospechoso quedó a disposición de la Unidad Fiscal de San Martín y en las próximas horas será imputado, según adelantaron fuentes judiciales. La calificación será homicidio criminis causa, ya que creen que mató al encargado para ocultar otro delito -lo habían golpeado antes y le robaron su camioneta-. Aunque tampoco se descarta el agravante de ensañamiento o procedimiento insidioso, ya que un adelanto de la necropsia indicó que la víctima estaba viva cuando la prendieron fuego.
Bajo esta calificación, el sospechoso de haber cometido el crimen del finquero pasará a arriesgar una potencial condena a prisión perpetua. Claro que lo mismo ocurrirá con su cómplice cuando sea detenido por las autoridades policiales.
Crimen en San Martín
Juan Carlos González, de 78 años, fue hallado calcinado en el interior de una camioneta que se estaba prendiendo fuego en calle el Médano, entre Costa Canal y Montecaseros, en la mañana del viernes pasado.
Yacía en el asiento trasero y en un primer momento los Bomberos detectaron que tenía un orificio en el cráneo, por lo que sospecharon que había sido ultimado con un arma de fuego. Sin embargo, el primer adelanto del trabajo que realizó el Cuerpo Médico Forense (CMF) descartó ese causal del muerte.
Si bien resta el informe final de la autopsia, en base a los primeros peritajes y a la declaración de varios testigos se conjetura que la lesión en el cráneo se produjo por el mismo calor del fuego. Todo parece indicar que el encargado de la finca fue atacado con golpes de puños y con el mango de un arma blanca -tampoco presentaba puñaladas o cortes-.
Los asesinos lo subieron moribundo a la camioneta y, cuando lo trasladaban, el vehículo quedó atascado en una huella de barro en donde finalmente fue encontrado. Por eso es que fue incendiado en el lugar. Se cree que había presencia de humo en los pulmones de la víctima del crimen, por lo que sospechan que estaba vivo cuando ardió el fuego
El caso, que es liderado por los fiscales departamentales Oscar Sívori y Martín Scattareggi, apunta a que el crimen se produjo tras una rencilla en la finca motivada porque Juan Carlos González había amenazado con despedir a esos dos empleados debido a su mala calidad de trabajo.