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Luis Garavito, el asesino serial de Colombia.
Se convirtió en la Bestia
Luis Alfredo Garavito tuvo una vida de adulto bastante movediza. Fue cambiando de ciudades -incluso hasta países como Ecuador y Venezuela. A su paso tuvo distintos trabajos ocasionales y hasta estudió la carrera de Marketing. En todos estos ámbitos siempre se destacó por sus constantes conflictos, muchas veces llegando hasta la violencia, con las personas que lo rodeaban.
A la vista se veía como un hombre que tocaba el fondo y salía. Tuvo roce oscuros con el alcoholismo, pero también profesaba la fe pentecostal. Pero nada de eso era la solución. Detrás de su vida que intentaba ser normal, solía secuestrar, abusar y el crimen de niños en rituales casi satánicos.
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Luis Garavito, el asesino serial de Colombia.
El jueves 22 de abril de 1999 se destapó el camino que terminaría con su muerte en la cárcel. Ese día raptó a un niño en la localidad de Meta, en Colombia. Pero un indigente alcanzó a ver la situación, rescató a la víctima y logró que las autoridades capturen a Luis Garavito.
Con el avance de esa investigación se empezó a sospechar que se estaba ante un asesino serial. Fue el propio criminal quien terminó confesando más de 170 crímenes, muchos de los cuales estaban sin resolver y otros tantos de los cuales las autoridades ni siquiera habían prestado atención.
Confesión y muerte
A la Bestia Garavito lo condenaron por 172 crímenes de menores de edad. Por esos casos fue sentenciado a 1853 años de cárcel. Pero por las confesiones que hizo, se cree que fueron más de 200 las víctimas fatales, convirtiéndose así en el mayor asesino serial en la historia de América Latina y el segundo con más víctimas a nivel mundial, detrás del Doctor Muerte de Reino Unido.
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Luis Garavito, el asesino serial de Colombia.
En su confesión detalló cómo cometía los crímenes. En casi todos los casos, agredía sexualmente a niños que raptaba en la calle y luego los ultimaba a puñaladas. En algunos hechos, hacía las dos cosas al mismo tiempo. La propia Bestia aseguró que se trata de rituales satánicos y que escuchaba una voz demoníaca.
Antes de su muerte se conoció que tenía una biblia en la cual realizaba ciertas anotaciones. Comentarios sobre personas, listado de algunas de sus víctimas como asesino serial pero, especialmente, remarcaba los versículos donde había referencias a menores de edad. En uno de ellos, el texto rezaba "de la boca de niños, y de los que mamo...”.
