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Los vecinos de la calle Pedro Vargas, de Guaymallén, dijeron que mujer de 82 años que intentó matar a su hijo con discapacidad intelectual lo cuidó siempre.
Así fue como en la última semana algunos de estos vecinos auxiliaron a Mirta Greco, de 82 años, ante las reacciones agresivas que tenía su hijo Vicente Mazziotti, quien se volvía incontrolable. Aseguraron que a pesar de su edad, el hombre parecía un niño de 4 años y su salud era la de un joven de 20, ya que su físico no sufrió el desgaste de cualquier otra persona.
Diario UNO recorrió la cuadra y habló con vecinos de la familia Mazziotti. Todos aseguraron lo mismo: "Son una mujer y una familia muy queridas por todos. Una familia normal. Ella vivió siempre por y para su hijo", insistieron, mientras expresaban su consternación ante lo ocurrido el miércoles al mediodía, cuando Mirta le disparó en el abdomen y en la cabeza a Vicente en el interior de su casa con la intención de matarlo.
"Muchos dijeron que era porque ella no lo podía cuidar más, y no es así. No se lo quería sacar de encima. Mirta siempre lo cuidó y estuvo para él. Lo que no quería era dejarlo solo", expresaron quienes estaban al tanto de la discapacidad intelectual y de conducta del hombre, y de todo lo que vivió la mujer en los últimos 52 años. Señalaron que estaba preocupada por quién lo cuidaría o qué pasaría con él cuando ella muriera.
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Vicente Mazziotti junto a su sobrina. Ella fue quien descubrió lo ocurrido el miércoles al mediodía en su casa de Guaymallén.
Mirta además, tiene otros tres hijos: una mujer y dos hombres, de los cuales uno es el reconocido pianista internacional Julio Mazziotti, que había regresado de Europa el martes pasado.
Los vecinos quedaron en shock al saber que Mirta, a quien conocen "desde siempre", intentó matar a su hijo a sangre fría. Pero, en cierta forma, comprenden su accionar y aseguraron que ven a Vicente y a su madre como víctimas. "Esa mujer daba la vida por su hijo", señalaron.
El fiscal de Homicidios Carlos Torres definió imputar a Greco por homicidio agravado por el vínculo y por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, y le dio prisión domiciliaria debido a su edad, por lo que Mirta regresó a su casa de calle Pedro Vargas, de Guaymallén. Además, el fiscal ordenó medidas tutelares ordenadas por el juzgado de familia para el hombre de 52 años, quien permanece internado grave en el Hospital Central.
Qué pasaba dentro de la casa de la familia Mazziotti
Hace 30 años que Mirta Greco quedó viuda. Sola y como pudo se hizo cargo de sus hijos, especialmente de Vicente. Actualmente en su casa vivía su hijo de 52 años, una hija, otro de sus hijos varones y una nieta. Estos últimos dos aseguraron que todavía no están listos para dar declaraciones debido a que atraviesan momentos decisivos para la familia.
Vicente dependía completamente de su madre para todo, incluso para comer. Los allegados a la familia dijeron que Mirta no podía cocinar ni ir al baño porque su hijo la llamaba todo el tiempo. "No era fácil la vida de la señora", aseguraron, mientras que otros dijeron: "Esa mujer sufrió mucho, pero siempre dio todo por su hijo".
Vicente es un hombre de contextura media, pero de mucha fuerza. Hace bastante tenía la compañía de una terapeuta que lo sacaba a caminar casi todos los días. Luego lo bañaba y lo afeitaba.
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Indicaron que a Vicente Mazziotti le gustaba ir todos los días al quiosco de la esquina de Pedro Vargas y Falucho, de Guaymallén, a comprar una gaseosa.
En la cuadra todos los conocían y sabían de la condición del hombre. "A veces entra al negocio y abraza al que esté. Nos conoce a todos. Si traía un juguete te lo mostraba y le tenías que prestar atención sí o sí. Como no habla te señala las cosas que te quiere decir", contaron.
Algo que hacía todos los días era ir al quiosco de la esquina para comprar una gaseosa. "Iba siempre con un papelito que decía lo que iba a comprar, pero a veces quería otra cosa y si no le entendían se enojaba. A veces no sabían cómo hacer para sacarlo del negocio".
En los últimos 10 días el comportamiento de Vicente había cambiado. Estaba más violento, agresivo o se enojaba con mayor frecuencia y facilidad. "El lunes un hombre fue a ayudar a Mirta porque su hijo la agarraba del pelo y se lo tiraba para abajo. No sabemos por qué, podía ser por cualquier cosa", señaló un vecino.
También contó que tuvieron que llamar a una ambulancia un par de veces debido a los brotes que tenía, y los médicos lo medicaban para que se tranquilizara. Eso hacía efecto unas horas y luego cualquier cosa podía suceder.
Norma, vecina de la cuadra y quien es amiga hace 50 años de Mirta Greco, detalló: "Los vecinos, la Policía y otras personas le decían que lo tenía que internar, que no podía seguir así, pero ella no quería. Decía que no iba a soportar que lo tuviesen atado a una cama y 'dopado'. Se preocupaba hasta por la comida que le iban a dar por si no le gustaba. Los dos fueron siempre muy unidos".
"Ella no tuvo vida. Esa mujer no sabe ni lo que es dormir una noche, porque él cuando quería o necesitaba algo golpeaba las manos y ella se levantaba enseguida para atenderlo. Esto que pasó nos sorprendió muchísimo y nos consternó a todos. Fue algo que nadie se podía imaginar. Es una excelente mujer y una familia muy querida", añadió Norma.
Y siguió: "A Vicente lo tenía siempre impecable, siempre bañado y limpio, jamás lo ibas a ver desarreglado. Cualquier cosa que le dieras, un juguete, un peluche, él se ponía feliz. A mí me describía por los lentes y por el jugo que yo siempre le daba en mi casa. Se lo tomaba, dejaba el vaso y se iba. A veces me pedía juguetes de mi nieto y se los tenía que dar. En su casa era extremadamente ordenado, no le podías tocar nada que él lo volvía a dejar como estaba".
El intento de filicidio en Guaymallén
Norma contó que el martes Mirta vivió otro episodio violento con su hijo y ella fue a ayudarla: "La agarró del pelo a la madre, también a su sobrina que vive en la misma casa y a mí". No tuvieron más opción que llamar al 911. "La Policía llegó y le dijo que se lo tenían que llevar, pero ella no quiso. Después vino una ambulancia y le puso una inyección".
A pesar de esto, la madre de Vicente había acordado una reunión con un hogar para ver si recibían allí a su hijo, donde esperaba que le dieran los cuidados y la atención necesaria, esa que a ella se le dificultaba cada vez más darle. La cita estaba pactada para el miércoles a las 15.30.
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El miércoles al mediodía la mujer de 82 años le disparó dos veces a su hijo con discapacidad intelectual en su casa de Guaymallén.
Foto: Cristián Lozano / Diario UNO
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Pero pasadas las 13 de ese mismo día se desencadenó lo que ni siquiera la propia familia se había imaginado que podía pasar. La mujer de 82 años tomó un revólver calibre 22 y le disparó dos veces a su hijo. Lo hirió en el abdomen y en la sien, pero no lo mató.
"La nieta de la señora me pidió que llamara al 911. Me dijo que su tío estaba herido", relató un hombre, quien luego escuchó que la Policía dijo que se trataría de un arma de fuego vieja, y que posiblemente la pólvora de los proyectiles había perdido potencia, por eso los disparos no le provocaron la muerte a Vicente. También es posible que los disparos hayan sido a muy corta distancia.
"La nieta que vive en el fondo sintió un ruido, pero no se dio cuenta de que era un tiro. Después escuchó de nuevo el ruido y entró a la casa de su abuela. Ahí vio al tío herido y a la abuela sentada en el sillón con el arma en la mano. La tenía agarrada fuerte y no la soltaba, hasta que la nieta se la pudo sacar", indicó una mujer de la cuadra.
Norma contó que llegó poco después de lo ocurrido, cuando la Policía y la ambulancia ya estaban en el lugar. "Quise hablar con Mirta, que estaba sentada en la puerta de la casa, pero la Policía no me dejó pasar. Vi que estaba como ida, no hablaba".
El estado de salud del hombre baleado por su madre
Los médicos del Hospital Central indicaron que Mazziotti ingresó con un derrame severo en el pericardio con neumopericardio, lo que significa que tenía acumulación de sangre y aire en la membrana que recubre el corazón. Eso puede comprimir el corazón y afectar su funcionamiento.
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Vicente Mazziotti permanece internado en terapia intensiva del Hospital Central con pronóstico reservado.
Foto: Axel Lloret/ Diario UNO
Debido a este grave cuadro fue operado inmediatamente. Le realizaron una cirugía en el pecho para intentar reparar el daño provocado por el disparo.
Además, tiene otro proyectil alojado en su cabeza, precisamente el temporal derecho, pero por el momento no es necesaria una neurocirugía. Permanece internado en grave estado en terapia intensiva con pronóstico reservado.