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El robo ocurrió en el museo Isabella Stewart Gardner en 1990.
Una investigación sin desenlace
El accionar de los autores del robo generó mucho desconcierto a los investigadores y tal vez haya sido el motivo por el cual nunca pudieron esclarecer el caso. Es que si bien por un lado actuaron con mucho profesionalismo, al mismo tiempo fueron burdos en otro punto.
De las más de 2.500 obras de arte que había en el museo Isabella Stewart Gardner, se llevaron 13 de las más valuadas. Es decir, sabían lo que buscaban. Apuntaron a los cuadros de artistas como Rembrandt, Vermeer, Degas y Manet. Todos estos fueron valuados en total en más de 500 millones de dólares.
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El robo ocurrió en el museo Isabella Stewart Gardner en 1990.
Pero por otro lado, la forma en que arrancaron los cuadros fue con un total amateurismo brutal. No se preocuparon por llevarse las obras de arte en sus marcos, sino que tajearon los costados directamente y las arrancaron de cuajo en una forma muy burda.
Lo cierto es que pasaron más de 30 años y los investigadores de Estados Unidos nunca pudieron esclarecer el robo. Los autores no fueron identificados y las obras de arte jamás fueron recuperadas del mercado negro. Ni una recompensa de 10 millones de dólares que ofreció el FBI fue suficiente para tener un dato concreto para develar el misterio.
