"Mi Dios es un juez justo que reconoce los derechos de la gente que sufre", citó el delantero en su cuenta de Instagram, mediante una storie.
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El caso se originó cuando los niños de 7 y 10 años, que asisten al Instituto Grilli en Canning, mencionaron una situación de presunto maltrato ante las autoridades del colegio. Según trascendió, el menor habría contado a su maestra sobre un supuesto episodio ocurrido en su casa, versión que fue apoyada por su hermano mayor.
Ante esto, la escuela notificó rápidamente a la Fiscalía a cargo de la doctora María Lorena González, que inició una investigación preliminar. La licenciada Laura Arnal -especialista en estos casos- intervino y entrevistó a padres e hijos, por separado, y no habría constatado la situación descripta por los menores.
Posteriormente, la fiscal González dispuso que los niños vuelvan sin impedimentos a la casa de los Borja en un country de Canning al comprobar que no había ninguna señal de agresión física, tras entrevistar a todos los involucrados.
Borja le iniciaría acciones legales a las autoridades del colegio
Por otra parte, el delantero colombiano tiene previsto reunirse con las autoridades del colegio esta semana, y no se descarta que, dependiendo de los resultados de dicho encuentro, Borja considere llevar adelante acciones legales para defender su imagen ante lo sucedido.
La causa sigue abierta, a la espera de una decisión final por parte de la fiscalía, que podría disponer medidas adicionales (pericias, para ver por qué los chicos dijeron lo que dijeron), o directamente archivarla.