Con estas palabras, Ander Herrera dejó claro que presionó a los dirigentes del Bilbao, club donde se formó y es referente, para que acepten su decisión de jugar en el fútbol argentino. La ansiedad por la confirmación definitiva lo tiene en vilo, pero su entusiasmo por vestir la camiseta de Boca es evidente.
Aunque la negociación no está cerrada, el mediocampista dio pistas de que faltan solo detalles para cumplir su sueño. Tras una práctica en el Athletic, aseguró que "está hecho".
El viernes mantuvo una reunión con los dirigentes del club vasco, a quienes explicó su intención de continuar su carrera en Boca. Según trascendió, el Bilbao estaría dispuesto a liberar al jugador, aunque busca obtener una compensación económica, que rondaría los 750.000 euros. Este monto no sería un obstáculo para el Xeneize que apunta a contar con Herrera en 2025, año en que disputará el Mundial de Clubes.
Una vez resueltos los términos de su salida, Herrera viajará a la Argentina para realizarse la revisión médica y firmar un contrato por dos años. Su historia con Boca no es nueva, ya que el español ha demostrado ser hincha del equipo.
Incluso, en 2023 se lo vio alentando junto a La 12 en La Bombonera durante un partido de la Copa Libertadores.