Análisis y opinión

Resultados de ingreso a los colegios de la UNCuyo: una mirada crítica desde la Sociología de la Educación

Hay que decidir si liderar un modelo educativo que rompa con las lógicas de exclusión o seguir reproduciendo circuitos que perpetúan las desigualdades sociales

El pasado viernes 22 de octubre, la Universidad Nacional de Cuyo publicó los resultados de los exámenes de ingreso de sus colegios preuniversitarios. Los datos son alarmantes: más de la mitad de los estudiantes obtuvo calificaciones inferiores a 5. Este hecho ha desatado una serie de reacciones que buscan culpables, muchas veces desde una lógica de confrontación política. Ejemplo de esto son declaraciones como "A Cornejo y sus secuaces se les acabó el relato", responsabilizando al gobierno provincial de la crisis educativa.

Sin embargo, este problema va mucho más allá de las gestiones gubernamentales. La crisis educativa es multicausal y responde a factores interrelacionados: aspectos educativos, sociales, económicos y transformaciones en el núcleo familiar. Desde la Sociología de la Educación, es posible profundizar en este análisis a partir de conceptos y teorías que permiten comprender los procesos estructurales detrás de estos resultados.

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El Universitario Central es uno de los colegios secundarios que pertenecen a la UNCuyo.

El Universitario Central es uno de los colegios secundarios que pertenecen a la UNCuyo.

Fragmentación y desinstitucionalización educativa

La fragmentación y desinstitucionalización educativa son fenómenos que comenzaron a visibilizarse con fuerza en la década de los '90, tras la implementación de la Ley Federal de Educación, y que continuaron, aunque con matices, bajo el marco de la Ley de Educación Nacional. Estos procesos han generado circuitos educativos diferenciados según las clases sociales, perpetuando desigualdades que impactan directamente en el acceso a oportunidades educativas de calidad.

La fragmentación hace referencia a la coexistencia de subsistemas educativos con niveles de calidad desigual, donde los estudiantes se distribuyen según su capital social, económico y cultural. Por otro lado, la desinstitucionalización refleja la pérdida de la centralidad de la escuela como espacio formativo, a menudo reemplazada por alternativas como la educación virtual o por una mayor dependencia de recursos privados, como los cursos de preparación para exámenes.

Pierre Bourdieu nos ofrece herramientas clave para interpretar esta realidad. Sus conceptos de habitus escolástico y habitus no escolástico nos permiten comprender cómo las disposiciones culturales de los estudiantes -adquiridas a través de la socialización en sus familias y comunidades- condicionan su desempeño en la escuela. Estas disposiciones están directamente relacionadas con el capital cultural heredado, que no es homogéneo entre los diferentes grupos sociales.

Basil Bernstein, por su parte, aborda el problema desde la perspectiva de los códigos lingüísticos, distinguiendo entre códigos elaborados y restringidos. Los primeros, más valorados por la escuela, suelen ser dominados por estudiantes provenientes de sectores sociales con mayor acceso a recursos educativos, mientras que los segundos son más comunes en sectores populares. Esto evidencia cómo el lenguaje se convierte en una herramienta de inclusión o exclusión en el sistema educativo.

La teoría de las redes escolares de Boudelot y Establet (frecuentemente asociados con estudios sobre desigualdad educativa en Francia) ofrece una perspectiva valiosa para analizar los resultados de los exámenes de ingreso. Según esta teoría, el sistema educativo funciona como una red que organiza a los estudiantes en circuitos o trayectorias diferenciadas, dependiendo de su origen social y del capital cultural y económico de sus familias.

En el contexto de los exámenes de ingreso de la UNCuyo, esta teoría nos permite reflexionar sobre cómo el acceso a los colegios preuniversitarios se ve condicionado por estas redes educativas, que no son neutras, sino que reflejan y reproducen las desigualdades sociales existentes. Por ejemplo:

Desde esta perspectiva, los resultados de los exámenes de ingreso no sólo miden conocimientos académicos, sino que también son un reflejo de las oportunidades desiguales que los estudiantes han tenido a lo largo de su trayectoria escolar.

Zygmunt Bauman, en su teoría de la modernidad líquida, plantea que en las sociedades contemporáneas la educación se ha transformado en un bien de consumo, accesible sólo para quienes tienen los medios económicos para "adquirirlo". Esta lógica mercantilista refuerza las desigualdades, colocando a estudiantes de contextos desfavorecidos en una situación de desventaja estructural.

Byung-Chul Han aporta otro enfoque con su concepto de la sociedad del cansancio. En este modelo, los estudiantes enfrentan una sobrecarga de expectativas y demandas que, lejos de motivarlos, los agotan y excluyen. En el contexto actual, este fenómeno se amplifica con la plataformización de la sociedad, donde el acceso desigual a herramientas digitales y a recursos educativos en línea acentúa las brechas preexistentes.

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Los exámenes de ingreso a los colegios de la UNCuyo dejaron datos preocupantes.

Los exámenes de ingreso a los colegios de la UNCuyo dejaron datos preocupantes.

¿Qué tipo de colegios quiere la Universidad?

Los resultados de los exámenes de ingreso son una oportunidad para reflexionar sobre el modelo educativo que desean los colegios preuniversitarios de la UNCuyo. ¿Debe priorizarse un enfoque propedéutico, orientado exclusivamente a estudiantes con alto rendimiento académico, o avanzar hacia un modelo inclusivo que contemple la diversidad en los rendimientos académicos y social?

La información que puede brindar el listado de ingreso a los Colegios de la UNCuyo, más allá del puntaje obtenido, nos permitirá realizar un análisis profundo que debería incluir variables como:

  • La procedencia de los estudiantes (escuelas públicas o privadas).
  • La gestión del colegio (pública o privada).
  • El acceso a jornada completa o doble escolaridad.
  • El nivel educativo de los padres.
  • Las características familiares.
  • La participación en cursos preparatorios (particulares u ofrecidos por la universidad).

"¿Estamos dispuestos como comunidad universitaria a aceptar el desafío de construir colegios más inclusivos o seguiremos validando la lógica meritocrática que beneficia a unos pocos?"

Un llamado a un debate amplio y plural

La crisis educativa no es nueva, pero los exámenes de ingreso a los colegios de la UNCuyo la han puesto en evidencia de manera contundente. Es fundamental que todos los actores involucrados -docentes, familias, gobiernos, universidades y la sociedad en general- se comprometan en un debate amplio y plural para encontrar soluciones viables y sostenibles.

Además, la universidad debe asumir su responsabilidad en este diagnóstico y, al mismo tiempo, decidir si quiere liderar un modelo educativo que rompa con las lógicas de exclusión o si seguirá reproduciendo los circuitos segmentados que perpetúan las desigualdades sociales.

Trabajemos juntos por una educación que garantice el derecho a aprender para todos nuestros niños y jóvenes, promoviendo la equidad y la justicia social desde las aulas.

La UNCuyo tiene una oportunidad histórica para ser pionera en un modelo educativo transformador, que no sólo forme estudiantes académicamente destacados, sino que también abra sus puertas a la diversidad como un valor esencial de la sociedad contemporánea.

Nota: el autor de este artículo es mágister, profesor de Sociología de la Educación en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo.