Las personas con adherencia media también mostraron una asociación inversa similar, aunque estadísticamente no significativa. Los análisis específicos revelaron asociaciones inversas entre la alta adherencia a la dieta mediterránea y los riesgos de cáncer colorrectal (reducción del 8%), hepatocelular (reducción del 48%) y renal (reducción del 33%).
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Esta dieta tiene muchísimos beneficios.
El descubrimiento sugiere mecanismos independientes a la adiposidad, ya que no se observó mediación significativa por índice de masa corporal o relación cintura-cadera. Esto abre la puerta a futuras investigaciones sobre las vías biológicas subyacentes, incluyendo inflamación, sensibilidad a la insulina y microbiota intestinal.
La adherencia media a la dieta mediterránea se asoció con un menor riesgo de cáncer de esófago (reducción del 34%). Sin embargo, no emergieron asociaciones significativas para cánceres relacionados con hormonas en mujeres, lo que plantea interrogantes sobre los mecanismos específicos de protección.
Descubrimiento nutricional
Aunque no formó parte de este estudio EPIC, resulta plausible que el menor riesgo de cáncer asociado con mayor adherencia a la dieta mediterránea refleje parcialmente un consumo reducido de alimentos altamente procesados o ultraprocesados. Las personas con alta adherencia a esta dieta consumen más frutas, verduras, granos integrales y pescado.
Los alimentos altamente procesados no forman parte del índice de dieta mediterránea, por lo que consumir más alimentos procesados disminuiría la adherencia a este patrón alimentario. Numerosas investigaciones recientes, incluidas varias del proyecto EPIC, informaron constantemente una asociación positiva entre mayor consumo de alimentos procesados y mayor riesgo de varios tipos de cáncer.
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El estudio descubrió un nuevo beneficio de comer siguiendo la dieta mediterránea.
La ciencia actual muestra que la adherencia a la dieta mediterránea se correlaciona inversamente con el riesgo de cáncer, mientras que el consumo de alimentos procesados exhibe la tendencia opuesta. Esto podría sugerir que los beneficios de la dieta mediterránea provienen en parte de la ausencia de estos tipos de productos alimenticios procesados.
Otra nota para futuras investigaciones es la categoría de cánceres relacionados con la obesidad. El estudio actual encuentra que estas asociaciones inversas y adversas persisten después de ajustar por medidas de adiposidad (índice de masa corporal, relación cintura-cadera), lo que refuerza la importancia de los patrones alimentarios más allá del peso corporal.
