El equipo suizo de esquí alpino cerró la temporada de Slalom Gigante con una actuación memorable en Sun Valley, Estados Unidos. Marco Odermatt, ya consagrado con el Globo de Cristal, y Loic Meillard, en una forma impresionante, dejaron en claro por qué Suiza domina la disciplina.
Odermatt, referente del esquí en Suiza.
El dominio de Odermatt en el Slalom Gigante se extendió otra temporada más. Aunque en la primera manga no encontró su mejor ritmo, su segunda bajada fue la más rápida de la tarde, lo que le permitió escalar al segundo lugar y cerrar el año con otro podio. Su consistencia a lo largo de la temporada fue clave para retener el Globo de Cristal.
“Estoy muy feliz de terminar el año así. Después de no terminar las dos primeras carreras, pensé que el Globo ya estaba perdido, pero volví muy fuerte. Esta fue una situación nueva para mí y supe manejarla”, explicó.
Si bien la temporada tiene como dueño a Odermatt, el gran protagonista de la jornada fue Loic Meillard. El talentoso suizo de 28 años se impuso con una demostración técnica impecable, manejando una pista exigente con total solidez. En la primera manga sacó una ventaja importante y, aunque Odermatt intentó quitarle la victoria con una segunda bajada furiosa, Meillard no se puso nervioso y se llevó el triunfo con una diferencia de +0.95 sobre su compatriota.
“Sabía que tenía que encontrar el ritmo y mantenerme firme en los sectores más complicados, y lo logré bastante bien”, comentó Meillard, quien además desplazó a Alexander Steen Olsen en la clasificación general, asegurándose el tercer puesto en el ranking del GS.
El noruego Henrik Kristoffersen completó el podio, sumando su 95° top 3 en la Copa del Mundo y asegurando el segundo puesto en la general del GS. Aunque perdió algo de tiempo en los sectores más lentos del trazado, su rendimiento fue lo suficientemente bueno para mantenerse entre los mejores.
Con Odermatt como campeón indiscutido y Meillard mostrando un nivel cada vez más alto, Suiza cerró la temporada con motivos de sobra para festejar. El próximo año, la batalla entre los suizos promete dar que hablar.