Horas antes, Trump ya había anunciado un entendimiento entre ambos gobiernos para suspender las hostilidades por un periodo de doce horas. Según sus declaraciones, ese tiempo permitiría a ambos países completar operaciones pendientes y marcaría el fin de la guerra.
Trump también vinculó el cese de hostilidades con el bombardeo ordenado por Estados Unidos el fin de semana contra tres instalaciones del programa nuclear iraní. En una publicación posterior, Trump destacó el papel del operativo militar como elemento decisivo para alcanzar el acuerdo.
“No habríamos podido cerrar el trato de hoy sin el talento y la valentía de nuestros magníficos pilotos de B-2 y de todos los involucrados en esa operación. De una manera irónica, ese golpe perfecto, a última hora de la noche, unió a todos, ¡y se cerró el trato!”, escribió.
No obstante, desde Teherán, el gobierno iraní rechazó la existencia de un acuerdo formal. El ministro de Exteriores, Abás Araqchí, declaró que no se había pactado ningún alto el fuego y que Irán solo detendría sus ataques si Israel suspendía primero su ofensiva. “Por el momento, no hay un acuerdo sobre un alto el fuego o un cese de las operaciones”, expresó Araqchí en un mensaje difundido en la red social X.