La implementación de los nuevos aranceles por parte del presidente Donald Trump provocará un aumento masivo en el precio de vehículos importados desde México y Canadá. El informe del Grupo Económico Anderson (AEG) revela que modelos como la Toyota Tacoma podrían encarecerse hasta 8.000 dólares, llegando casi a los 80 mil dólares en las versiones más caras de ese vehículo.

Este cambio afectará principalmente a trabajadores y pequeños empresarios que dependen de estas pickup para sus actividades diarias.

El impacto no se limita solo a vehículos importados directamente. Las piezas que cruzan la frontera múltiples veces durante el proceso de producción también enfrentarán costos adicionales por aranceles. Estos gastos extras serán transferidos casi en su totalidad a los compradores estadounidenses, según determina el estudio realizado por AEG.

El impacto devastador para Toyota y otros fabricantes

La medida arancelaria golpea al sector automotriz justo cuando el precio promedio de un vehículo nuevo alcanzó los 47.465 dólares, según datos del sitio de investigación Edmunds. Casi uno de cada cinco consumidores ya paga más de 1.000 dólares mensuales en cuotas de automóviles, una carga financiera que aumentará considerablemente.

Para dimensionar el efecto, crossovers eléctricos podrían experimentar alzas superiores a 12.000 dólares dependiendo del modelo. Los crossovers estándar a gasolina verán incrementos mínimos de 3.500 dólares, mientras que los SUV de tamaño completo enfrentarán aumentos cercanos a 9.000 dólares.

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El caso de la Toyota Tacoma resulta particularmente preocupante por su popularidad entre trabajadores de clase media. Esta pickup fabricada en México representa una alternativa accesible dentro del segmento, pero con los nuevos aranceles su precio la ubicará fuera del alcance de muchos consumidores habituales.

Los ejecutivos de las principales automotrices estadounidenses como GM, Ford y Stellantis mantuvieron reuniones con el Departamento de Comercio para advertir sobre las graves consecuencias económicas de los aranceles propuestos, según informó Bloomberg la semana pasada.

La controversia sobre los nuevos aranceles

Ford y Stellantis presionaron a la Casa Blanca para dirigir las medidas hacia millones de vehículos importados sin contenido estadounidense. Jim Farley, CEO de Ford, cuestionó por qué marcas como Toyota, Hyundai y Kia no enfrentan nuevos aranceles a pesar de fabricar muchos de sus vehículos en países con los que Estados Unidos mantiene acuerdos de libre comercio.

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La Toyota Tacoma es una de las pickups más queridas en Estados Unidos.

La Toyota Tacoma es una de las pickups más queridas en Estados Unidos.

"Lo que no tiene sentido para mí es por qué estamos teniendo esta conversación mientras Hyundai-Kia está importando 600.000 unidades a Estados Unidos sin arancel adicional, y por qué Toyota puede importar medio millón de vehículos a Estados Unidos sin aranceles adicionales", declaró Farley durante la presentación de resultados del cuarto trimestre de Ford.

La pickup Toyota Tacoma, producida principalmente en México, representa un claro ejemplo de cómo estas medidas pueden afectar a vehículos populares entre los consumidores estadounidenses. El fabricante japonés podría verse obligado a trasladar parte de su producción a territorio estadounidense, como ya contempla Honda con su próxima generación del Civic híbrido.