Crimen en San Rafael

Le hizo creer a un hombre que había tenido una hija, lo estafó, lo mató y le dieron 32 años de cárcel

Brian Ríos fue condenado tras admitir haber cometido el crimen del jubilado cordobés Héctor Aguilar, ocurrido a mediados de 2023

La Justicia le puso punto final a la investigación por el crimen de Héctor Aguilar (65), el jubilado cordobés que viajó engañado a San Rafael creyendo que iba a conocer a su hija y terminó siendo asesinado. El autor del hecho de sangre fue condenado a una pena de 32 años de prisión por haber perpetrado el asesinato y además ocho hechos de estafa.

La situación de Brian Gato Ríos Quiroga (31) ya era de por sí compleja. No sólo las pruebas apuntaban a que fue la persona que engañó a la víctima y luego cometió el crimen cuando llegó a San Rafael, sino que él mismo lo había declarado cuando fue detenido. En los últimos meses se rumoreaba que estaba a punto de aceptar un juicio abreviado donde aceptaría una condena, pero ese paso nunca se terminaba concretando y todo parecía apuntar a que su situación se iba a resolver mediante un jurado popular.

Todo cambió en la mañana del lunes cuando finalmente el hombre, su defensor oficial y los fiscales llegaron a un acuerdo. Fue condenado a una pena de 32 años de prisión por los delitos de homicidio en ocasión de robo y ocho casos de estafa. De esta manera, el hombre terminará de cumplir la pena en julio de 2055. Así se puso punto final a la cruenta historia que nació con el crimen allá por mediados de 2023.

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Héctor Aguilar fue la víctima del crimen en San Rafael.

Héctor Aguilar fue la víctima del crimen en San Rafael.

Desaparición y crimen en San Rafael

En los primeros días de 2023, Héctor Aguilar fue contactado por una mujer en su perfil de Facebook. La fémina -luego se demostró que era un perfil falso- lo terminó convenciendo de que años atrás habían tenido una relación sexual ocasional y que ahora tenía una hija producto de ese encuentro.

La víctima cayó en el engaño, a tal punto que envió dinero a distintas billeteras virtuales en concepto de manutención y decidió viajar a San Rafael, donde supuestamente vivía la mujer con su hija, para rescatarlas, ya que le habían dicho que ella sufría violencia de género y no pasaba una buena situación económica.

El 1 de julio de ese año, Héctor Aguilar se subió a su Gol Trend y salió desde su pueblo natal, San Basilio, ubicado en la localidad de Río Cuarto (Córdoba). Esa fue la última vez que su familia lo vio con vida. Al día siguiente ingresó a la localidad sanrafaelina de Cañada Seca, donde había quedado en encontrarse con la mujer. Pero se encontró con el Gato Ríos Quiroga, quien había recuperado su libertad el 17 de junio tras ser condenado por hechos de violencia de género.

Héctor Aguilar terminó recibiendo una primera herida de arma blanca en el costado izquierdo del tórax, lo que hace suponer que estaba sentado en el asiento del acompañante y no manejando su vehículo. El golpe fatal se lo dieron cuando ya estaba maniatado con alambres. Terminó ocultando el cuerpo en un lugar inhóspito en la zona cercana a la mina Sierra Pintada y dique Los Reyunos.

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Las movilizaciones que se hicieron cuando desapareció Héctor Aguilar.

Las movilizaciones que se hicieron cuando desapareció Héctor Aguilar.

Tras la desaparición de Héctor Aguilar, los investigadores empezaron a profundizar en su búsqueda con las conversaciones que mantuvo la víctima mediante Facebook y WhatsApp con la supuesta madre de su hijo, con escuchas telefónicas donde hablan sobre el crimen en San Rafael y con las billeteras virtuales que estaban a su nombre y de los dos presos que quedaron vinculados a la causa. Todos fueron detenidos semanas después.

En el expediente fueron imputados el asesino confeso Brian Gato Ríos Quiroga; su novia Silvia Raquel Luffi (30), la madre de ella Silvia Luffi y los presos Alan Eloy Martínez (27) y Hernán Ariel Oviedo (31) por estafa; y el sereno César Daniel Campos por encubrimiento. Casi todos ellos, excepto Gato Ríos, resolvieron su situación en la causa. César Campos pasó por un juicio abreviado donde admitió haber recibido y desguazado el auto que le sustrajeron a la víctima fatal. Fue condenado a una pena de 3 años de prisión en suspenso.

En tanto que Luffi, su madre y el recluso Alan Martínez terminaron sobreseídos. Si bien en la investigación se comprobó que Héctor Aguilar envió sumas de dinero a sus cuentas de Mercado Pago cuando fue estafado, todas las personas que declararon en la causa coincidieron en que el asesino Brian Ríos también los engañó y nunca les dijo que esa plata provenía de un fraude. Hernán Oviedo fue condenado por ser parte de la estafa. En definitiva, quedaron desvinculados del crimen.

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