Un investigador de la Iglesia Católica ya escuchó a los denunciantes por abuso sexual del ex obispo de San Rafael, que renunció y dijo que se defendería en el Vaticano
San Rafael quedó en shock por la acusación canónica por delitos sexuales contra el ex obispo Carlos María Domínguez, que renunció el 3 de febrero y se fue.
La Iglesia Católica ya escuchó a todas las personas que denunciaron por abuso sexual al ex obispo de San Rafael, Carlos María Domínguez.
La investigación interna estuvo a cargo de un especialista en procedimientos canónicos -ajustados de acuerdo a las leyes de la Iglesia- y las conclusiones serán enviadas al Vaticano, que el 3 de febrero le exigió la renuncia.
En el fuero penal de Mendoza la realidad es totalmente contrapuesta, ya que nadie denunció al ex obispo de San Rafael por delitos sexuales. Sumado a que los delitos contra la integridad sexual son de instancia privada, esto impide que el Ministerio Público Fiscal inicie un expediente judicial para investigar a Domínguez.
"La Justicia ordinaria es lenta y en esto había que trabajarlo con rapidez", dijo el vocero del Obispado de San Rafael cuando explicó a Diario UNO que el procedimiento canónico contra el ex obispo Domínguez ya había culminado.
"Las personas afectadas se presentaron y dieron su versión de los hechos", señaló José Antonio Álvarez.
La pesquisa estuvo a cargo de un mendocino especialista en la problemática de abusos a menores de edad e incapacitados tratada por la Iglesia Católica.
¿Dónde está el ex obispo Carlos María Domínguez? Se fue de San Rafael el lunes 3 de febrero cuando el Vaticano le aceptó la renuncia que la propia Santa Sede le había exigido, luego de tomar conocimiento de que estaba implicado en delitos sexuales.
Durante los casi 3 años que ejerció al frente del Obispado del sur mendocino, Domínguez -de 59 años- vivió en un departamentito interno, al fondo del edificio de la Arquidiócesis.
Con su ropa y demás bienes personales se fue de San Rafael diciendo que iría directamente a Roma para defenderse de la acusación por delitos sexuales. Sin embargo, nadie puede dar fe de que ése sea su destino actual. De hecho, para defenderse ante el Vaticano no precisa viajar hasta allá: con hacer su descargo desde Buenos Aires será suficiente.
Nadie ha vuelto a tener contacto con él. La Curia de San Rafael dice que no tendría por qué hacerlo. Quien tiene su contacto agendado es Marcelo Mazzitelli, enviado desde el Arzobispado de Mendoza para hacerse cargo de la arquidiócesis hasta que el Vaticano designe a un obispo que suceda al acusado de abuso sexual.