Un hijo parecido al hombre de la máscara en Halloween es una idea que puede salir muy bien. Aunque es un disfraz de complejidad media, puede ser una idea espectacular. Precisas de un traje amarillo, un sombrero al tono, dólares de juguete y un rostro pintado de verde.
Frida es un personaje que año tras año ofrece reproducciones. Para lograr el atuendo se precisa una remera muy colorida, una corona de flores y realizar un trabajo de maquillaje sobre el rostro. Hay tutoriales disponibles en You Tube para ello.
Disfrazar a tu hijo de Einstein es una idea fácil: solo necesitas una peluca, una remera blanca donde se pueda estampar la fórmula más conocida del científico y unos pantalones en tonos camel. El bigote y las cejas tan particulares pueden ser dibujadas con maquillaje o témpera negra.
Lo bueno del personaje del gato con botas es que, si tu hijo es pequeño, puede funcionar sin importar el género. En general, es de dificultad intermedia.
El siguiente disfraz se destaca por su rigurosa elaboración: precisas un vestido blanco, parecido al del famoso payaso Pennywise. Pompones rojos en el cabello, el atuendo y las zapatillas aporta en la construcción del personaje. No puedes pasar por alto el globo rojo, que usará la niña cuando salga a pedir dulces.
Una idea muy risueña es disfrazar a tu hijo de saquito de té. Sólo precisas tela con transparencias para el torso. Para la etiqueta de la marca puedes usar la tapa de una caja de té.
Disfrazarse en familia es una buena idea
También puedes pensar disfraces complementarios entre padre e hijo o madre e hija. Puedes inspirarte en películas que tengan varios miembros en la familia. En este sentido, un ejemplo clásico es la familia de Los Simpsons.
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¿Qué personajes le atraen a tu hijo? De seguro podrás pensar una forma de llevarlo a cabo. Si no, siempre tienes las opciones de disfraces disponibles en e-Bay o Amazon.
