Cómo identificar si un huevo es fresco
Los expertos de la Profeco destacan la importancia de seleccionar huevos con cáscara intacta y limpia durante la compra. Esta recomendación constituye el primer paso para garantizar un producto seguro y nutritivo en la mesa familiar.
La apariencia del interior revela mucho sobre su calidad. Al romperlo, la clara debe mantenerse compacta alrededor de la yema, sin dispersarse excesivamente ni mostrar consistencia acuosa. Tales características indican frescura y adecuada conservación desde su origen hasta el punto de venta.
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El huevo es un alimento nutritivo y delicioso.
Guardar correctamente este alimento previene enfermedades transmitidas por patógenos. La procuraduría advierte sobre la necesidad de lavar tanto las manos como los utensilios antes y después de manipularlos, evitando así contaminación cruzada que podría afectar otros alimentos en la cocina.
La fecha de caducidad representa otro factor crucial que no debe ignorarse bajo ninguna circunstancia. Los huevos que sobrepasan este límite temporal aumentan considerablemente el riesgo para la salud de los consumidores, por lo cual deben descartarse inmediatamente.
Prácticas seguras de manejo
La separación de yema y clara mediante el uso de la cáscara constituye una práctica inadecuada según la Profeco. Esta técnica incrementa el riesgo de contaminación por bacterias presentes en la superficie del huevo.
La cocción completa emerge como requisito indispensable para eliminar patógenos peligrosos. La procuraduría enfatiza que temperaturas adecuadas durante la preparación garantizan un alimento seguro para el hogar.
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Profeco indicó algunos cuidados para no tener problemas con los huevos que guardamos.
Este alimento básico aporta proteínas y grasas beneficiosas cuando se integra en la dieta diaria. El consejo final de la Profeco apunta hacia un consumo moderado, como parte de un régimen alimenticio variado que contribuya al bienestar general.
La heladera representa entonces el espacio idóneo para mantener este producto en condiciones óptimas, contrario a la creencia popular que favorece su almacenamiento en alacenas o a temperatura ambiente. Esta recomendación técnica busca extender la vida útil del alimento y preservar sus propiedades nutritivas hasta el momento de su preparación.