Este esfuerzo se transformó en el Immigrant Advocates Response Collaborative (I-ARC), que ahora se organiza para enfrentar las posibles deportaciones masivas bajo la nueva presidencia.
Mackler afirma que siempre habrá desafíos en la defensa de los inmigrantes. La nueva administración de Donald Trump podría presionar a los jueces de inmigración para que aceleren los casos, mientras que la escasez de abogados disponibles complica aún más la representación legal de los inmigrantes.
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Quiénes se están organizando
Otros que se están organizando son centros religiosos en Nueva York, como iglesias, sinagogas y mezquitas, también se están preparando para ofrecer refugio a los inmigrantes que puedan verse afectados por las deportaciones.
La reverenda Chloe Breyer, directora del Centro Interreligioso de Nueva York, menciona que su organización lleva años trabajando para proporcionar albergue y asistencia humanitaria a los inmigrantes, y ahora se está coordinando para enfrentar medidas más extremas de deportación.
Tanto Breyer como Mackler coinciden en que la situación es incierta, pero que han aprendido valiosas lecciones en la última década sobre cómo organizarse y coordinar una respuesta ante políticas que atacan a los inmigrantes. Para ambas, el objetivo es mantener la resiliencia y continuar luchando por los derechos de los inmigrantes, sin importar lo que venga con las políticas de inmigración de Donald Trump.