Los investigadores informaron que el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero pueden provocar la contracción de la atmósfera superior. Una capa atmosférica de especial interés es la termosfera, donde orbitan actualmente la Estación Espacial Internacional y la mayoría de los satélites.
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Inquietante estudio del MIT: el cambio climático podría causar desastres para los satélites en órbita.
Cuando la termosfera se contrae, la disminución de la densidad reduce la resistencia atmosférica, una fuerza que arrastra los satélites antiguos y otros desechos a altitudes donde se encuentran con moléculas de aire y se queman.
Por lo tanto, una menor resistencia significa una mayor vida útil de la basura espacial, que seguirá ensuciando regiones codiciadas durante décadas y aumentará el potencial de colisiones en órbita. En conclusión, el espacio se llenará de desechos a medida que el cambio climático reduzca la capacidad de la naturaleza para limpiarlo.
Parte del efecto invernadero que calienta el aire cerca de la superficie terrestre también enfría las capas superiores de la atmósfera, donde comienza el espacio y los satélites orbitan en órbita baja. Este enfriamiento también reduce la densidad de la atmósfera superior, lo que reduce la resistencia aerodinámica sobre los millones de fragmentos de desechos y satélites de origen humano.
Sugerencias de los autores del estudio
El sitio web de seguimiento Orbiting Now, revela que hoy hay 11.905 satélites orbitando la Tierra, de los cuales 7.356 están en órbita baja. Estos son esenciales para las comunicaciones, la navegación, la previsión meteorológica y la vigilancia de cuestiones ambientales y de seguridad.
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Así se ve el tren de satélites de Starlink, la compañía de Elon Musk, en el cielo.
William Parker, autor principal del estudio, afirma: "Si no gestionamos esta actividad con cuidado y trabajamos para reducir nuestras emisiones, el espacio podría quedar demasiado abarrotado, lo que provocaría más colisiones y desechos”.
Los investigadores sugieren que mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero no solo es fundamental para el clima de la Tierra, sino también para preservar nuestro acceso y uso del espacio exterior.