Exhibe el vínculo entre dos consanguíneos, Calígula y Drusila, quienes ostentan la potestad suprema sobre una población y un imperio sometido por el temor.
Presentada inicialmente en 1983, "Calígula" fue ideada durante la última dictadura castrense en Argentina, empleando la figura del emperador romano como alegoría del autoritarismo y la coacción.
En el presente, la representación teatral dispone de un capacitado reparto liderado por Damián Iglesias en el papel de Calígula, secundado por Gabriela Bevacqua, Leandro Gazzia, Diego Rodríguez, Nicolás Pérez Costa, Karina Sáez, Tiki Lovera, Bruno Pedicone y Joan Ramis. El ballet comprende a Caterina Carrara, Marina Gaud Arena, Verónica Pacenza, Agustín Pérez Costa, Cristian Pantanali, Gonzalo Quevedo, Juan Damián Benítez y Sebastián Villagra.
La conducción integral y la diagramación lumínica corren por cuenta de Pepe Cibrián Campoy, con música de Martín Bianchedi. La ambientación escénica es creación de René Diviú, y las coreografías a cargo de Rubén Cuello.
Tras más de cuarenta años desde su origen, "Calígula" persiste como una pieza osada y subversiva que convida a meditar sobre la tergiversación del poder y la pugna por la autonomía. Su proclama sigue siendo relevante en el panorama presente, repercutiendo en las zozobras y los retos de la sociedad actual.