El director de Petróleo & Gas de Petroquímica Comodoro Rivadavia, la petrolera que adquirió las áreas Llancanelo de manos de YPF, reveló los planes de la firma
Los ejecutivos de PCR, la petrolera que adquirió las áreas Llancanelo ubicadas en Malargüe de manos de YPF.
Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR), la petrolera privada más antigua del país, pisa fuerte definitivamente en Mendoza con una inversión proyectada de 30 millones de dólares para 2025.
Hace un par de semanas, PCR se transformó en la primera en cerrar trato con YPF por uno de los tres clústers de áreas maduras que ofrecía en la provincia: el más complejo y de difícil extracción de petróleo, Llancanelo.
Los trabajos que proyecta la empresa para el año que viene abarcan no solo la vuelta a la marcha de Llancanelo para mediados del 2025, sino también el arranque de las operaciones en tierra de otros dos grupos de áreas en Malargüe que ya había adquirido en 2023: Puesto Rojas y La Brea.
En diálogo con Diario UNO, el director de Petróleo & Gas de PCR, Marcelo Irusta, señaló que se comprometieron a mantener el personal que YPF tenía trabajando en el área petrolera Llancanelo, por lo que en total, en Mendoza, tendrá a su cargo unas 40 personas, un tercio de la planta que la firma tiene distribuida en todo el país.
"La incorporación de las áreas petroleras de Llancanelo está dentro de nuestro plan de crecimiento de activos en Argentina y particularmente en Mendoza”, explicó Irusta, un ingeniero mendocino que desde hace tres años ocupa un lugar entre los popes de PCR.
Desde Malargüe contó a Diario UNO parte de ese plan: hasta hace meses, PCR operaba en Mendoza solo un área (desde 1990), El Sosneado. Pero en 2023 adquirió cinco áreas más que puso a disposición el gobierno provincial: cuatro en Malargüe (Puesto Rojas, Cerro Mollar Oeste, Cerro Mollar Norte y La Brea) y otra más en San Rafael (La Paloma-Cerro Alquitrán).
Este año, apenas YPF anunció que con la nueva gestión se desprendería de áreas maduras de menor rentabilidad para enfocar sus esfuerzos e inversiones solo en el petróleo no convencional (puntualmente Vaca Muerta), las antenas de la petroquímica chubutense se encendieron. Sus profesionales y técnicos comenzaron a estudiar los clústers que YPF puso a disposición en el Proyecto Andes y, contrario a lo que pensaron en un primer momento, terminaron poniendo fichas en las áreas de Llancanelo, que están cercanas a Puesto Rojas y La Brea.
“No nos había parecido interesante porque era un área con un petróleo extra pesado, muy viscoso y difícil de manejar, así que la habíamos descartado; pero a medida que el equipo técnico fue introduciéndose más en su estudio, nos empezó a generar interés”, reveló Irusta.
Su cercanía con la laguna de Llancanelo tampoco cerraba en un comienzo. Pero la clave para terminar jugándosela por estas áreas fue la tecnología. Si YPF podía extraer crudo de ahí y trabajaba bien desde el punto de vista ambiental…. por qué no podría hacerlo PCR.
El plan de inversión solo en Llancanelo consta de dos puntos centrales, por un lado, la absorción del compromiso vigente que YPF tenía en las áreas; y por otro, un plan adicional para que la oferta le resultase interesante no solo a la petrolera estatal sino también al Gobierno de Mendoza, que tenía que dar el ok por ser el dueño del recurso natural.
Dentro de esos derechos y obligaciones que se traspasan de YPF a PCR también está la reducción de regalías. En su momento, en 2019, Mendoza activó ese beneficio para conseguir operadores en áreas que, por la viscosidad del petróleo, tienen un costo operativo sensiblemente superior al de cualquier otra zona.
“A ese petróleo –tan pesado- hay que tratarlo y transportarlo en camiones térmicos. Todo el proceso es más caro que el del petróleo más liviano”, explicó Irusta.
Esa reducción de regalías, es decir, de lo que la empresa le deja a la provincia en plata, es según el decreto 977/2019, del 50%. Así, en vez de pagar 12%, se paga el 6%.
Claro está, la aplicación de ese beneficio depende del cumplimiento del compromiso de inversión, tecnología y obras de la petrolera que opere la zona.
El compromiso asumido incluye la perforación de 13 pozos en los próximos 5 años, tres o cuatro de ellos en 2025. Para ese primer quinquenio se presentó un plan de inversión de 58 millones de dólares en firme, es decir, lo mínimo que PCR deberá invertir obligatoriamente. “Y en caso de que todo vaya bien, hemos ofrecido 120 millones de dólares. Si el resultado es el esperado, las inversiones incluso pueden ser aún mayores”, señaló el ejecutivo de la empresa de Comodoro Rivadavia.
Que “todo vaya bien”, significa para PCR la posibilidad de al menos duplicar la cantidad de barriles de petróleo que se están produciendo actualmente en los 39 pozos de producción, que son 1.800 diarios -el precio internacional del barril está en unos 73 dólares-. Un panorama certero sobre el andar de la explotación en Malargüe se conocerá tras los primeros dos años de operación, es decir, arrancando el 2027.
Durante ese lapso, dijo Irusta, "nuestra intención es, en zonas que ya están perforadas, hacer pozos de desarrollo, es decir, alrededor de ellos, con menos riesgo. Pero a su vez, hacer los pozos que se llaman step-out, que son de avanzada, son aquellos que se hacen más alejados de las zonas ya perforadas. En esos el riesgo es mayor pero si la perforación es exitosa, te abre nuevas zonas; y eso hace que crezca todo: la reserva de petróleo, la cantidad de pozos a perforar a futuro”.
Esos buenos resultados además llevarían a la empresa, según lo planificado, a construir una planta propia de tratamiento de crudo y un ducto de 35 kilómetros que permita transportarlo al oleoducto.
El crudo en Llancanelo es extra pesado; no fluye con facilidad. Para su extracción, YPF contó con maquinaria y tecnología que será absorbida por PCR.
La actividad de perforación en Llancanelo está prevista para el segundo trimestre o mitad del año que viene. Antes de eso, en enero, comenzará la actividad de pulling y la de workover.
Para eso, algunos pozos están esperando equipos que van al interior para reactivarlo, para realizar las tareas de reparación, limpieza, calentamiento de fondo “porque al ser el petróleo tan viscoso y pesado, si no está a una temperatura acorde, no fluye”.
Este trabajo de mantenimiento lleva su tiempo y gracias a esas tareas, los pozos se reactivan o mejoran incrementando su productividad.
El resto de la maquinaria está en funcionamiento y, como decíamos, será absorbida por PCR, incluso los camiones térmicos que son los que llevan el crudo a otra planta, donde se acondiciona para poder ser bombeado a través del oleoducto de Puerto Hernández-Luján de Cuyo a la refinería de Luján de Cuyo.
De crecer la producción, es que PCR ve la posibilidad de construir otra planta en la que invertiría unos 40 millones de dólares.
PCR activará perforaciones en 2025 no solo en Llancanelo (pero no en Llancanelo R, la segunda área adquirida en el clúster), sino también en Puesto Rojas y en La Brea, dos áreas cercanas que fueron adquiridas por la empresa petrolera en 2023.
“Todo este tiempo estuvimos estudiando la geología y haciendo procesos para entenderla mejor, y ya estamos en la etapa final por lo que el año que viene, después de iniciar la perforación en Llancanelo, comenzaremos con la actividad en estas otras dos áreas de Malargüe”, confirmó Irusta a Diario UNO.
Solo para 2025, “el compromiso es hacer entre tres y cuatro pozos en Llancanelo, por unos 18 millones de dólares”. A eso, hay que sumarle la inversión para los trabajos de workover, que son los de mejoras extractivas en pozos ya existentes.
Y además, otra cantidad similar de pozos en Puesto Rojas y La Brea, donde los costos son menores (entre 2.5 y 4 millones de dólares por pozo).
PCR presupuestó una inversión de 30 millones de dólares para 2025 en áreas petroleras de Malargüe.
En total, para el año que viene Petroquímica Comodoro Rivadavia prevé una inversión de 30 millones de dólares en Malargüe, según confió Irusta con presupuesto en mano.
Más allá del compromiso de inversión económica de PCR, que fue bien visto por Mendoza, la empresa petrolera asumió un compromiso social y ambiental.
“Desde el punto de vista social, se hace mucho foco en mantener toda la prestación de servicios en lo posible local o regional. En particular en Llancanelo, el personal que trabajaba en YPF es tomado por PCR, mientras que se van a mantener las mismas empresas de servicios que venían trabajando con la petrolera estatal”, aseguró Irusta.
En Llancanelo, que es un área de 39 pozos, se necesitan entre 10 y 15 trabajadores propios. Y por fuera de eso, el personal de ambulancia, el de bomberos. “Más los técnicos, mecánicos, electricistas, trabajadores de operación y mantenimiento, especialistas en la parte eléctrica, y demás personal de las empresas de servicio”, explica el director de Petróleo de PCR sobre el movimiento que genera la actividad petrolera en el Sur mendocino.
“En total en Mendoza, sumando la gente que tomamos de Llancanelo, tendremos una planta personal de entre 30 y 40 trabajadores”, adelantó Irusta. Para tomar una referencia, en todo el país trabajando en petróleo, PCR tiene entre 130 y 150 empleados.
En relación a ello, Irusta reflexionó: “Más allá del ingreso económico para Mendoza, desde el punto de vista social la actividad petrolera es muy importante porque requiere de una gran cantidad de empresas que prestan servicios a la operadora y eso permite el desarrollo de pymes y de firmas que vienen a establecerse dentro de la provincia para llevar adelante. Es una gran fuente de trabajo. Y Mendoza, con mucho acierto, cuando genera estas concesiones, pide también un porcentaje elevado de compre mendocino, por lo que las petroleras tenemos que demostrar que todas las actividades que estamos teniendo las hacemos con gente local.
Y cuando no se puede hacer un servicio con gente local, explicamos por qué. Pero hoy en día tenemos un compre mendocino mínimo de 75%.
Así que es para mí, que también soy mendocino, es un orgullo que se trabaje de esta manera”.
Las áreas que tiene Petroquímica están ubicadas en una zona inmejorable en razón de los accesos. Su cercanía a la Ruta 40 hace que lo único que requiera mantenimiento sean los caminos de ingreso a los yacimientos.
Pero más allá de eso, en Llancanelo YPF ya hizo las obras de energía necesarias por lo que hay electricidad e internet para el control de todos los equipos y las mediciones de los tanques.
Lo que sí falta en cuanto a infraestructura son ductos para evacuar el crudo, y es a esas obras que PCR le apunta a corto plazo.
El clúster abarcaba dos áreas pero solo Llancanelo está produciendo. Llancanelo R, que es la que la “envuelve”, está en veremos.
La primera de esas áreas tiene mejores condiciones desde el punto de vista geológico, explicó Irusta, ingeniero experto en petróleo. “Está un poco más alto en la estructura y el petróleo suele irse generalmente a las partes más altas”. De ahí, la preferencia de YPF en su momento para iniciar el desarrollo de las actividades en ella.
Otro punto a su favor es el tiempo de concesión: Llancanelo tiene contrato vigente hasta el 28 de mayo de 2036. En cambio, el de Llancanelo R se vence el 15 de noviembre de 2027.
Dada la cercanía de ese plazo y teniendo en cuenta que el tiempo de repago de un pozo petrolero es de entre un año y dos y medio, es que PCR ya tiene en sus planes comenzar las negociaciones con Mendoza para la extensión de la concesión: “Tendremos que sentarnos con la provincia a plantear un plan de perforación, exploración y evaluación de Llancanelo R para poder lograr una extensión y que las dos áreas vayan desarrollándose de la mano”.
Actualmente, en Llancanelo R solo se han realizado pozos exploratorios verticales (no con ramas horizontales) y se ha encontrado petróleo pero no se ha explotado aún.