Intensas gestiones

La empresa interesada en IMPSA cerró su oferta final, mientras negocia la deuda pendiente

Con un plazo de hasta 10 años, reestructurar U$S 560 millones de deuda de IMPSA es uno de los 3 puntos de la mejora de oferta. Capitalización de U$S 27 millones

Llegó el día D fijado por el Gobierno nacional para cerrar la privatización de IMPSA y convertirla en la primera de la era Milei. Y pese a que ARC Energy, la única firma interesada, cerró su oferta con una mejora, queda un frente abierto: la reestructuración de la deuda de U$S 560 millones, que exigió intensas negociaciones con acreedores.

Esta semana, Capital, la contratada por ARC para negociar caso por caso, se reunió con 10 de ellos. Entre los de mayor peso, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y el fondo de inversión chileno Grupo Moneda, vinculado ni más ni menos que a José Luis Daza, viceministro de Economía de la Nación y accionista de del grupo.

"Los acreedores son conscientes de la situación que atraviesa IMPSA y de que nuestro plan de trabajo está alineado con el objetivo de recuperar a la empresa", señalaron desde ARC Energy previo al cierre del plazo de 10 días hábiles.

Hasta las 16 del viernes ARC tiene tiempo de ajustar términos. En la víspera, había cerrado 2 de los 3 puntos prometidos en el mejoramiento de la oferta que debe presentar al Gobierno, hoy por hoy socio controlante, con lo cual subsisten dudas sobre si la operación por IMPSA, como pretende la Nación, llegará a cerrarse antes de Navidad.

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En medio de la indefinición por la venta, IMPSA atravesó situaciones límite como la demora en el pago de sueldos a los trabajadores

En medio de la indefinición por la venta, IMPSA atravesó situaciones límite como la demora en el pago de sueldos a los trabajadores

La privatización de IMPSA: propuesta final

Mientras el acuerdo definitivo por la deuda es "el" punto pendiente, la firma norteamericana quiere hacer valer su condición de único postulante a quedarse con el control. A inicios de diciembre logró pactar más tiempo para mejorar las condiciones de la privatización.

Para eso, además de "ratificar el interés por la toma de posesión" de IMPSA, en la propuesta al Comité Evaluador integrado por funcionarios nacionales y de la provincia de Mendoza dejó asentado otro punto clave: la rápida capitalización de la multinacional mendocina, por U$S 27 millones.

Además de advertir que la mejora de oferta "no implica presentar la reestructuración de la deuda", desde ARC confirmaron un cronograma de capitalización, definiéndolo como una inyección de fondos "agresiva" por la urgencia financiera que atraviesa IMPSA.

No obstante, es un "tome y daca" con el Estado argentino, ya que incluyó una serie de condiciones.

Antes, había acordado lo que después se convertiría en el, tal vez, el más accesible de los tópicos que avaló el Gobierno: la autorización a importaciones temporales para dotar a la empresa de capital de trabajo. Y junto a eso, renegociar contratos "para lo cual es importante la adjudicación" de IMPSA, remarcaron.

Plazo de pago, clave para renegociar la deuda

La negociación con los acreedores no resultó fácil por las diferentes posturas expuestas.

Quienes conocen la interna de cada discusión señalan a Moneda (y por ende a Daza) como uno de los que "más tiraron de la cuerda" y dilataron el alcance de un acuerdo final por la privatización de IMPSA.

Pese a la estricta confidencialidad, un ex director de la compañía que vivió de cerca los vericuetos apuntó 2 factores que volvieron más intrincada la reestructuración de la deuda por U$S 560 millones. Uno de ellos fue la pretensión de aplicar un fuerte descuento sobre el monto (llegó a hablarse de hasta 50% para liquidarla a corto plazo).

El restante, una extensión del plazo de pago. Parte de una propuesta reciente fue fijar un cronograma entre los años 2028 y hasta 2035, que desde el seno de ARC relativizaron en aras de una mejora de último momento que confían en consensuar en el "sprint" final.

El tiempo, factor en contra de IMPSA

"Si hubieran cerrado el acuerdo con ARC en agosto solo hubiesen negociado plazos de la deuda. Pero se dilató, luego vino la licitación, y se perdió mucho tiempo sin sentido. Solo le sirvió al inversor para ver que era el único interesado real en IMPSA".

La definición del ex directivo de la compañía apunta a fundamentar los términos de la discusión central, que hasta este viernes trasunta entre la quita del capital de la deuda y la renegociación de contratos.

Lo cierto es que, desde este viernes, empezará a correr otro plazo y el tiempo seguirá siendo la variable. Es el que se tomará la Comisión Evaluadora para analizar la oferta final del candidato a asumir la privatización de IMPSA, y que permitirá saber si, como pretende el gobierno de Javier Milei, terminará por ser o no su regalo de Navidad.

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