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Alimentos de Suiza, Estados Unidos o España podrán ingresar a Argentina más fácilmente, pero no de Chile o Brasil.
En cuanto a las importaciones, la medida solo aplica respecto de productos provenientes de países como Australia, Canadá, Confederación Suiza, Unión Europea, Estados Unidos de América, Nueva Zelanda, Estado De Israel, Japón, Reino Unido e Irlanda del Norte.
También, en los casos de países con los que rijan tratados de integración económica o acuerdos de reciprocidad, “previa evaluación del sistema de control alimentario en cada país de origen”.
El análisis mendocino de los cambios en importaciones y exportaciones de alimentos
“En el caso de las importaciones de alimentos, nuestro principal competidor podría ser Brasil y no está en el listado de países a los que aplica el decreto”, analizó Patricia Giménez desde ProMendoza. Tampoco están otros limítrofes como Chile o Uruguay pero sí España, parte de la Unión Europea.
“A priori”, señaló en diálogo con Radio Nihuil, “creería que no afecta productos mendocinos”, aunque aclaró que habrá que esperar más reglamentaciones para conocer los efectos en detalle.
“La medida trata sobre productos que ya encontramos en el supermercado, pero que se pagan con sobreprecios”, explicó Giménez. Esto se debe a que quien importa los alimentos debe pagar un sobrecosto por lo que luego, en góndola, aparecen más caros.
Respecto de los países mencionados, conforme explicó Sturzenegger por sus redes sociales, “se eliminan las obligaciones de registrar y autorizar muestras, productos, establecimientos, depósitos, utensilios y envases”.
En cuanto a las exportaciones, Giménez celebró las desregulaciones. “Pensamos que es un gran beneficio porque al tener que pagar mucha burocracia para sacar alimentos del país, al productor deja de convenirle”.
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La exportación de ajo es la segunda más importante de Mendoza.
Sturzenegger fue práctico a la hora de explicar el decreto: “De ahora en más (el Estado argentino) no podrá pedirles nada, y solo estará para emitir los certificados que el productor le requiera por ser requerimientos del país importador. El Estado deja de molestar para ponerse al servicio del productor”.
Para justificar la medida, el ministro aseguró que “en estos meses innumerables empresas nos han comentado las increíbles peripecias que tenían que sortear para satisfacer requerimientos locales que no eran requeridos por el mercado destino".
Y dijo: "A un productor que necesitaba certificar una muestra para ver si podía abrir el mercado de Estados Unidos le pedíamos que primero montara la fábrica. A vendedores de ajo que se iba a usar para hacer pasta en Asia les hacíamos medir el tamaño de cada cabeza”.
¿Qué pasará con los alimentos industrializados?
Para Giménez, si bien la liberación de la importación puede resultar una preocupación para los productores de industrializados, esto se compensa con las facilidades para exportar.
“Entiendo que los envasados, los enlatados, los industriales también ingresan. Pero también eso nos conviene, porque a muchos de los países a los cuales figuran en la lista de importación, nuestros productos también podrían ingresar sin trámite y eso les facilita la exportación”, analizó la presidenta de la institución público-privada.
“Si realmente le estamos sacando peso a la burocracia, creo que estamos en el camino correcto. Y si en algún punto hay que reajustar, pediremos un reajuste; pero hoy, se ve como una medida muy positiva para el sector de exportación”, dijo.
¿Los precios de los alimentos locales van a bajar?
Es uno de los objetivos de la medida. Patricia Giménez entiende que “una competencia sana asegura eso”.
Al desregular, consideró, “el sistema se maneja por la oferta y la demanda y creo va a haber una muy importante baja de precios porque cuando no convenga vender un producto nacional, el que está vendiendo va a vender un producto importado. Entonces el nacional va a tener que revisar costos”.
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Aceite de oliva importado de España.
Libre comercio con Estados Unidos
Empresarios y productores de alimentos aguardan también las noticias sobre la posible ampliación del mercado con Estados Unidos.
A partir de la asunción de Donald Trump, se dice en Argentina que “se podría ampliar la lista de productos en fresco que pueden entrar a Estados Unidos como el zapallo o el ajo”, lo que favorecería a Mendoza.
Giménez explicó que hoy por no tener un buen tratado de libre comercio con Estados Unidos, muchos productos encuentran trabas para ingresar a ese mercado.
“Terminamos no exportando porque el diferencial de costo que tenemos con otros países que compiten con nosotros, como Chile, hacen que no podamos exportar”, indicó.