La industria automotriz de China, en particular su segmento de vehículos de nueva energía, ha logrado este impresionante crecimiento impulsando persistentemente la innovación tecnológica y adoptando la división global del trabajo y la cooperación, agregó Xiong.
En 2023, la participación de mercado de vehículos eléctricos puros de China alcanzó un impresionante 62% a nivel mundial, y esto se ha mantenido sin cesar durante los primeros ocho meses de este año, según mostraron los datos de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China.
Sin embargo, algunas naciones ahora están recurriendo a barreras comerciales, como aumentos de aranceles y estándares técnicos, para restringir el uso de vehículos eléctricos fabricados en China en sus mercados. Este creciente proteccionismo llega en un momento en que el mundo está haciendo una rápida transición hacia la movilidad sostenible. Más de 50 economías ya han establecido objetivos claros de desarrollo para los vehículos eléctricos de nueva energía, desde el objetivo de la Unión Europea de cero emisiones para 2035 hasta el objetivo de Estados Unidos de vender el 50% de estos vehículos para 2030.
La visión de China no es dominar el escenario automovilístico mundial, sino aprovechar sus capacidades para crear un ecosistema compartido y colaborativo que beneficie a todas las partes interesadas, destacó Yin Tongyue, presidente del fabricante de automóviles chino Chery.
Por otra parte, la Unión Europea y Estados Unidos han acumulado una amplia experiencia en el reciclaje y la reutilización de componentes y paquetes de baterías de vehículos eléctricos usados, y esta experiencia tiene una gran relevancia de referencia para China, indicó Sam Wu, vicepresidente global de Ford.
En el futuro, China profundizará la cooperación internacional y dará la bienvenida a más empresas globales para que aumenten su inversión en el país, afirmó el viceministro de Industria y Tecnología Informática. Agregó que China fortalecerá su cooperación con otras naciones en materia de normas y regulaciones, y explorará políticas para facilitar el flujo transfronterizo de datos, a fin de promover la armonización de normas y reglas.