La investigación se centró en diversos ecosistemas y grupos biológicos, como plantas superiores, vertebrados terrestres, anfibios, organismos acuáticos, insectos y microorganismos, explicó Cai Bin, ingeniero del centro de investigación y monitoreo científico del parque.
Más de 100 expertos y académicos de más de 20 universidades e institutos de investigación participaron en el estudio.
Uno de los hallazgos más destacados fue el de la rana forestal de Wuyi. Wu Yanqing, investigador adjunto del Colegio de Ciencias de la Vida y el Medio Ambiente de la Universidad de Wenzhou, en la provincia de Zhejiang, descubrió este nuevo anfibio.
“No esperábamos identificar una nueva especie de vertebrado, ya que muchos expertos nacionales e internacionales habían visitado la zona para recolectar especímenes en el siglo pasado, lo que llevó a la publicación de numerosos modelos animales”, comentó Wu.
Tras notar diferencias sutiles en la apariencia de la rana en comparación con otras ranas forestales, el hallazgo fue confirmado mediante identificación molecular de ADN en el laboratorio.
“Debido a la altitud y el aislamiento geográfico, los anfibios y reptiles evolucionan más rápidamente durante el proceso de diferenciación de especies”, explicó Wu. “Además, los avances en la investigación científica y el monitoreo han sido clave para este descubrimiento”.
Entre las 34 nuevas especies, 14 son tipos de moscas. Li Meilin, estudiante de doctorado del Colegio de Protección de Plantas de la Universidad Agrícola de China, en Beijing, descubrió nueve nuevas especies de Empididae, conocidas como moscas bailarinas.
“Las moscas bailarinas reciben su nombre por su patrón de vuelo ágil y ligero, que parece un baile”, explicó Li.
“Estas moscas no representan un peligro para los humanos ni transmiten enfermedades”, añadió el doctorando. “Se alimentan de plagas y polinizan flores”.
Li destacó que las moscas bailarinas necesitan condiciones ambientales específicas para sobrevivir y reproducirse, como suelo adecuado, cobertura vegetal, agua y biodiversidad.
“El Parque Nacional de Wuyishan ofrece un hábitat ideal para estas especies sensibles”, afirmó.
Por su parte, Wu subrayó que “el entorno bien conservado del parque ha sido clave en el descubrimiento de nuevas especies. Algunas pueden haber existido durante millones de años, pero se extinguieron antes de que pudiéramos documentarlas debido a la contaminación ambiental o la alteración de sus hábitats”.