Muchas personas han optado por aplicar en su piel productos de origen natural en lugar de usar cremas o sérums industriales. Estos productos naturales pueden ser plantas, frutas, verduras y hasta semillas.
Muchas personas han optado por aplicar en su piel productos de origen natural en lugar de usar cremas o sérums industriales. Estos productos naturales pueden ser plantas, frutas, verduras y hasta semillas.
En la siguiente nota te enseñaremos a realizar una mascarilla facial a base de chayote, una típica verdura mexicana. Esta verdura puede cultivarse en casa y se suele sembrar en los meses de junio y julio.
La tiktoker @everojovideos fue quien viralizó en las redes sociales cómo hacer una mascarilla facial de chayote. Solo tienes que cortar un chayote por la mitad y frotar los interiores entre sí (como se hace a veces con el pepino). La fricción hará que se genere una especie de espuma, y esto es lo que debes aplicar en la piel.
La cuenta de TikTok @medicinas.natural57 asegura que el chayote es ideal para eliminar el acné o las cicatrices que tardan en desaparecer en la piel.
Además, la espuma que surge del chayote también cuenta con pequeñas partículas que sirven para exfoliar la piel. En el caso de que quieras que esta mascarilla tenga más "cuerpo", lo que puedes hacer es mezclar esa espuma con un poco de yogur tipo griego.
Otra opción para preparart una mascarilla con chayote casera es triturar la pulpa de esta verdura (puedes hacerlo con una licuadora) y mezclarla con una cucharada de miel. Aplica la misma sobre la piel y déjala actuar por unos 15 minutos. Retira con agua tibia y aplica posteriormente crema hidratante.
Por otro lado, si mezclar 1 chayote maduro con el jugo de medio limón y la aplicas sobre el cutis, conseguirás una piel libre de manchas, acné y mucho más joven.
Sin dudas el chayote se ha convertido en una de las verduras favoritas al momento de hacer mascarillas caseras para la piel, ya que le puede brindar muchos beneficios al cutis.
El chayote posee minerales como el potasio, zinc, sodio, hierro, magnesio y fósforo; aminoácidos como lisina, metionina, triptófano, arginina y glicina entre otros; y vitaminas A, B1, B2, B3, B6, C y E.