- 2 sobres de gelatina sin sabor
- 1 taza de agua o té verde
- Miel o endulzante natural (opcional)
- Vitamina C en polvo (opcional)
Lo primero que debes hacer es calentar media taza de agua o té verde sin llegar al punto de ebullición. Siempre debes tener cuidado con mantener la temperatura templada para conservar las propiedades de la gelatina.
En otra taza tendrás que colocar agua a temperatura ambiente hasta la mitad. Vacía los 2 sobres de gelatina sin sabor y mezcla bien para evitar grumos. Deja reposar por 3 minutos para que se hidrate correctamente.
El siguiente paso será incorporar la gelatina hidratada al agua tibia y revolver suavemente hasta lograr una consistencia homogénea. En este paso podrás añadir una cucharadita de miel o el endulzante de tu preferencia.
También puedes aprovechar para agregar una pizca de vitamina C en polvo a la mezcla. Se trata de un paso opcional, pero es una gran oportunidad para añadir más antioxidantes.
Te aconsejamos consumir esta preparación cuando la misma esté tibia como si fuera un té o una infusión. También puedes pasar el contenido a recipientes como cubeteras para refrigerar la mezcla y consumirla como gomitas de colágeno.
Esta preparación debe consumirse en ayunas o antes de irte a dormir. Tienes que ser constante, ya que de esta forma podrás obtener mejores resultados.
Sin embargo, es válido aclarar que antes de consumir cualquier preparación casera tienes que realizar una consulta con tu médico de confianza para saber si puedes incorporar a tu dieta este método casero. También debes saber que que los resultados pueden variar según cada persona y que esta preparación debe complementarse con una dieta balanceada y un estilo de vida saludable.